No es normal. Cuando se complican las cosas y está Januzaj en el campo son sus propios compañeros los que vuelcan todos sus ataques en el costado derecho, donde anida el talentoso belga. En el momento en el que están obligados a aparecer los futbolistas de verdad, los especialistas que están hechos de otra pasta, es cuando comparece el bruselino, que es el único capaz de encontrar soluciones para buscar grietas al muro defensivo levantado por un rival que, por si fuera poco, compitió en inferioridad desde el minuto 8 en una acción desafortunada de Raúl Guti. Él no quería, pero lesiona de gravedad a Gorosabel. El fútbol de ahora es así. La acción no admitía discusión. Una vez más, como ya sucedió en la época posconfinamiento, fue Januzaj quien rescató a una Real bloqueada, poco inspirada, agobiada y temerosa de liarla justo cuando estaba obligada a ganar. ¿Seguro que no merece la renovación? El depósito no está al 100%, como manifestó Imanol, aunque tampoco va a necesitar tres victorias para asegurarse la quinta plaza. Dos goles de Aritz, que volvió a ver puerta tras estrenar el nuevo Anoeta, y Oyarzabal dieron un triunfo vital a un equipo que ya no transmite la misma seguridad de antes.

Era una cita ineludible en la que no se podía fallar. Una oportunidad de oro para apretar el nudo en la corbata de los otros dos candidatos a Europa, Villarreal y Betis, que competirán en desventaja el fin de semana. La Real tenía que sumar los tres puntos ante el Elche porque todo equipo que se precie y que se declare firme aspirante a liderar la tabla de los terrenales, y sellar de esta manera el pasaporte para la Europa League, debe sumar de tres en tres. La derrota en Huesca había dejado sin comodines a los realistas, cuyas cuentas estaban muy claras. No fallar en Anoeta frente a Elche y Valladolid, a pesar de que se iban a presentar con el cuchillo entre los dientes para sumar un punto como fuese. Todo lo que no fuera ganar era una decepción importante, porque entre otras cosas, a pesar del desgaste, a día de hoy no se puede comparar el nivel de ambas plantillas y porque, aunque no había público, la Real jugaba en su guarida, donde no debería dejar escapar puntos cuando se pone en juego su ambicioso objetivo. Imanol lo dejó claro la víspera, no se conforman con la Copa y van a perseguir la quinta plaza al considerar que se la merecen por méritos propios en un campeonato en el que solo han estado fuera de puestos europeos en tres jornadas de 35. Con todo lo que ha pasado, impresionante... Si se toma como referencia el espectacular curso con premio Champions del equipo de Montanier, su registro final fue de 66 puntos. Los de Imanol ya llevan...

El oriotarra sorprendió en la alineación. El regreso de Silva estaba cantado, sobre todo si se tiene en cuenta su peso en el juego y en los resultados y su magia para marcar diferencias en este tipo de encuentros. Más sorprendente fue la entrada por Zubimendi de Guridi, que ya actuó a buen nivel frente al Celta en su puesto natural del 8, y, sobre todo, de Januzaj, que sentó a un Portu que era de los pocos cuyo nivel físico parecía estar a la altura de su capacidad. La explicación puede residir en que el belga se viene arriba en estos momentos al tener muchas llaves para abrir cerrojazos y que su rendimiento es mucho más alto cuando se siente de verdad importante como titular que cuando sale al campo con el cartel y la necesidad de revulsivo. El resto de la alineación fueron los esperados. Escribá también sacó a un conjunto reconocible, como era previsible, porque cuando te juegas la vida debes buscar puntos hasta en el estadio más exigente y a pesar de que entre semana le espera una final en casa ante un rival directo. El que haya estado en una situación tan delicada lo sabe de sobra.

La Real arrancó fuerte y antes de los dos minutos Oyarzabal estuvo a punto de marcar tras una gran conducción apoyada en Monreal y Guridi, pero su flojo disparo lo detuvo sin problemas Gazzaniga. Antes de los diez minutos llegó la jugada clave de la noche en un balón que se le escapó largo a Raúl Guti, que, en su intento de recuperarlo, golpeó con los tacos en la tibia a Gorosabel. No fue queriendo, pero su entrada tenía tanto peligro que mereció la roja como corrigió el VAR a Cordero Vega, que no tardó en confirmar que es un desastre absoluto. Con uno más, la Real se volcó hacia la meta ilicitana, donde le esperaba un muro. Pese a ello, a los trece minutos Silva, que cuajó una primera parte muy mala, no atinó con un gran pase de Januzaj. A los 17, el mejor servicio del canario lo bajó Oyarzabal e Isak, tras control orientado dentro del área en plena carrera, lo culminó con un flojo chut fuera. El belga sorprendió a todos con una falta que Le Normand, muy forzado, finalizó al lateral de la red. A los 26 minutos llegó la segunda acción determinante de antes del entreacto, en una jugada embarullada en la que Isak, Silva y Oyarzabal lo intentaron hasta que el rechace le arribó a Monreal, quien anotó a placer.

Desgraciadamente, en una de esas líneas que hay que creer, el VAR lo anuló por un fuera de juego por milímetros. Desgraciadamente, la polémica enfrió mucho el choque, y los realistas solo fueron capaces de generar peligro en otro buen centro de Januzaj que no aprovechó Isak. En el descuento, Cordero, que es un incompetente, perdonó la segunda amarilla a Verdú tras un blocaje evidente a Isak que no admitía discusión. Al margen de este personaje, a la Real le faltó fútbol y concentración para desnivelar la contienda frente a un rival indolente que apenas cruzó el centro del campo.

En la reanudación, Imanol, sacó a Zubimendi y Barrenetxea, cuya entrada se notó, pero a la Real le seguía costando horrores generar peligro. Le Normand y Silva, en dos cabezazos desviados, fueron los únicos que estuvieron cerca antes de que un imperial Aritz con capa marcara al cabecear un córner botado por Januzaj. Cómo no. En la prolongación, Oyarzabal culminó una contra magnífica entre Gorosabel, Bautista y Portu.

¡Victoria! Ya no importa ni cómo ni por qué. Solo sumar puntos hasta acercarse definitivamente al ansiado objetivo. Eso se lo ha ganado antes esta Real. Ahora solo le falta culminar la faena. Aunque sea con sangre, sudor y lágrimas...