- El juicio contra los dos policías acusados de matar al exrealista Dalian Atkinson el pasado 15 de agosto de 2016 tras dispararle con una pistola eléctrica comenzó ayer en Birmingham. Un jurado de doce personas elegidas al azar será el encargado de sentenciar el caso ante el Tribunal Penal, que ayer escuchó la exposición de los hechos.

En los mismos, la fiscal Alexandra Healy señaló que el policía Benjamin Monk apretó el gatillo durante 33 segundos y no los cinco que están estipulados, indicando que esa descarga, las dos patadas que Monk le propinó en su frente -tan fuertes que le dejaron la marca de sus cordones- y los golpes con la porra de su compañera Marie-Ellie Bettley-Smith fueron la causa de su muerte esa misma noche.

Atkinson, de 48 años y trastornado, padecía alta presión sanguínea y miocardiopatía hipertrófica que le obligaba a recibir diálisis por insuficiencia renal aguda. Benjamin Monk y Mary Ellen Bettley-Smith, de la policía de West Mercia, negaron las acusaciones.

Los hechos ocurrieron en 2016, cuando Atkinson tuvo un altercado con la policía, fue disparado con el táser y murió apenas unas horas después por un paro cardíaco. El delantero jugó en varios clubes a lo largo de su carrera, incluyendo una estancia de un año en la Real, donde disputó 30 partidos y anotó doce tantos. El recuerdo que dejó en Atotxa fue extraordinario, a pesar de que se perdió muchos encuentros. Pocos futbolistas con tanta calidad y potencial han defendido la txuri-urdin. Luego recaló en el Aston Villa, el Fenerbache, el Manchester City, el Metz francés y el Jeonbuk Hyundai Motors de Corea del Sur, donde se retiró en 2001.

Sus mayores éxitos los logró con el Villa, con el que disputó 114 partidos y marcó 38 tantos, incluido uno en la final de la Copa de la Liga contra el Manchester United, su único título como profesional.