- Las imágenes de las 4.000 personas que vitorearon a Rafael Nadal en el Torneo Conde Godó de Barcelona volvieron a poner de actualidad el tema de la falta de público en el fútbol. Como no podía ser de otra manera, la Liga no tardó en activar sus altavoces mediáticos habituales para lanzar su intención de que haya público en las cuatro últimas jornadas de Liga con limitaciones de aforo, opción que negocia desde hace varios días con el Gobierno central. Lo curioso del caso es que el primer partido de la jornada 35 se disputará el viernes 7 de mayo en Anoeta entre la Real y el Elche, pero el Gobierno Vasco, que es el que tiene la última palabra, no lo va a permitir. El real decreto publicado el 30 de marzo dejaba en manos del Consejo Superior de Deportes (CSD) la opción de permitir o prohibir la asistencia de público a las competiciones consideradas profesionales (Primera y Segunda División de fútbol; y la ACB de baloncesto), “previa consulta al organizador de la competición, al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas”. Las demás quedaron en manos de estas últimas.

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Así es como se puede entender que en competiciones como la Segunda División B y la Copa del Rey, ambas en fútbol, o la Liga Asobal, en balonmano, haya habido comunidades autónomas que han permitido y permiten hoy el acceso al público. No es el caso de Euskadi, que en octubre decidió cerrar estas actividades, como recordó ayer el portavoz del Gobierno Vasco y consejero de Cultura y Deportes, Bingen Zupiria, cuando le cuestionaron sobre el hipotético regreso del público a Anoeta, Ipurua, San Mamés y Mendizorroza: “A nosotros no se nos ha dirigido el CSD. Como contestamos a la UEFA; contestaríamos al CSD, que cualquier decisión sobre la presencia de público tiene que estar condicionada a la situación sanitaria y su evolución. No sabemos cuál será la situación el 8 de mayo y habrá que analizarla, pero la situación sanitaria a día de hoy no permite la presencia de público”.

El gran problema es que, después de esos ataques de populismo de los últimos días sobre que el fútbol es de los hinchas al ver peligrar su negocio, Javier Tebas y LaLiga que preside pueden adulterar de forma notable la competición porque en algunos campos con equipos jugándose mucho podría haber aficionados y en otros, empezando por los estadios vascos, no.

En las últimas jornadas se puede dar el caso de que algunos equipos que se juegan mucho tengan afición y otros no