odavía recuerdo ese ritual dominical recorriendo aquel acceso a la entrada del mercado de frutas de Atotxa, esquivando los charcos. Dentro, el marcador simultáneo y la peculiar publicidad que todavía resuena con sus soniquetes: "Cafés Gao... ¡Gao que sí!". El olor a puro y el sabor del bocadillo del descanso. También el "minuto y resultado" en el coche del aita volviendo a casa los domingos. ...Y a la salida del viejo campo, La goleada, aquel folio con los resultados de la jornada, que te dejaba las manos perdidas de tinta buscando la clasificación.

Recuerdo a Zamora en el Molinón, y a Ormaetxea en Duque de Mandas. No olvidaré jamás la alineación completa del equipo del doblete. Y tampoco olvidaré la eliminación en los cuartos de Copa de Europa contra el Hamburgo.

Recuerdo la primera Supercopa, el calor de La Romareda y la tristeza del Bernabéu. El desplazamiento de nuestros aficionados a Vigo el año del subcampeonato y los 38 años manteniendo el récord de imbatibilidad de la Liga.

El descenso y la travesía del desierto, que jamás vaciaron las gradas de Anoeta, y tampoco pudieron con la afición txuri-urdin. Y surgieron nuevos seguidores y seguidoras, pese a todo. Me viene a la memoria cuando en Cádiz celebramos el final de un destierro que duró más tiempo de lo que deseamos.

Si la vida está formada por recuerdos, la Real es una parte muy importante de nuestras vidas. Pero tampoco podemos vivir siempre de la memoria de un pasado glorioso.

Ha llegado el momento de que las nuevas generaciones de jóvenes realistas que llenan las gradas de animación sigan acumulando recuerdos, como lo hicimos nosotros, para que no pare esta cadena. Ellas y ellos han podido disfrutar de la Copa que ganaron nuestras chicas en el año 2019, y se aprenderán la alineación del equipo de Imanol de memoria. No me queda ninguna duda.

Es el momento de seguir fabricando recuerdos y celebrar, junto a esa tribuna de aficionados que tristemente nos han dejado, y que allá donde estén animarán, seguramente dirigidos en sus cánticos por Aitor Zabaleta y Tina Yanci con su acordeón.

Aurrera Reala!Alcalde de Donostia