- Semana de tensión en la enfermería txuri-urdin. Y de preocupación después de lo acontecido en la tarde para olvidar en Granada. De los tocados, el que más inquieta es David Silva. El canario recibió un rodillazo en la espalda, que le dejó KO antes de la media hora del encuentro sin que el colegiado González Fuertes castigase con una tarjeta al infractor, Eteki. Quien, por cierto, venía de dejar muy dolorido a Illarramendi al arrollarle y golpearle en la cara y en la pierna en la misma acción. Un dos por uno. En el viaje de vuelta casi no podía ni andar y ayer todavía se encontraba molesto, pero, salvo una evolución inesperada, se trata solo de un fuerte golpe que en principio no parece que le vaya a impedir regresar al trabajo esta misma semana. Imanol se lamentó tras el partido: "Si ha pedido el cambio sabiendo lo importante que era el partido, pues imaginaros... Ahora no se puede ni mover. En cuanto le han dado el rodillazo ha notado algo y ha pedido el cambio rápido. Vamos a ser cautos y a explorar un poco las valoraciones que se puedan hacer a la vuelta. Esperemos que no sea nada grave y que esté disponible para el siguiente partido. Espero que no sea gran cosa".

Con Carlos Fernández las noticias también son bastante positivas, ya que parece que la lesión que le impidió participar ante su exequipo se va a quedar en un susto y no sufre ninguna rotura: "Tenía unas molestias en el cuádriceps, esperemos que no haya rotura y por eso el domingo ni calentó".

Del resto, Zubimendi sigue su recuperación y es duda, mientras que Zaldua y Aritz Elustondo se encuentran cada vez más cerca de regresar a la dinámica del grupo, pero están descartados para jugar contra el Barcelona el próximo domingo (21.00 horas) y el objetivo es que estén listos para la final de Copa.