- Cuando esta noche suenen las campanadas quedará atrás un año inolvidable. Lo ha sido, principalmente, en clave social y sanitaria, con una pandemia que azota el mundo entero. Y, si descendemos unos cuantos peldaños en la escalera de la trascendencia, el 2020 ha resultado igualmente inolvidable en materia futbolística para los aficionados de la Real. Con el paso del tiempo, estos asociarán aquellos meses de preocupación e incertiduble a las alegrías proporcionadas por el equipo, que en cierto modo ha compensado a los suyos el resto de penurias con éxitos deportivos conquistados sobre un terreno de juego. Las celebraciones en Miranda de Ebro, el gol de Januzaj en el Wanda para entrar en Europa, la clasificación in extremis de Nápoles con Willian José como héroe... Son demasiados buenos recuerdos como para que año, nefasto desde muchas perspectivas, se despida con una mala racha de resultados mediante.

Porque la Real acumula ya nueve partidos consecutivos sin ganar. No lo hace desde el 22 de noviembre, cuando se impuso en Cádiz. Por eso lograr la victoria hoy tendría un valor doble. Triple incluso. Pondría al año la guinda que merece. Acabaría con una serie de resultados negativos. E implicaría ganar un derbi, a domicilio además, con todas las connotaciones especiales que tienen estos partidos. Eso sí, la empresa se complicó ayer cuando, a eso de la una y media de la tarde, Imanol Alguacil confirmó la baja por lesión de David Silva. Sufre una pequeña rotura fibrilar que le mantendrá de baja por espacio de diez días, sumándose el canario en la enfermería a Moyá, Aritz, Zaldua, Illarra, Januzaj y Sangalli. Ninguno de ellos podrá ser de la partida hoy en San Mamés.

Imanol maneja alternativas. Aun con bajas, cuenta con un plantel que le ofrece distintas posibilidades, y acertar sus alineaciones resulta a menudo misión imposible. Pero el derbi de hoy supone una especie de excpeción en este sentido, pues muchas cartas parecen marcadas de antemano. Remiro estará bajo palos, en su primera comparecencia como titular en San Mamés tras dejar el Athletic. La ausencia de público, en cualquier caso, resta morbo a esta circunstancia. En la zaga, mientras, la baja de Aritz deja claro que Igor Zubeldia repetirá hoy en el eje formando tándem con Le Normand. Gorosabel y Monreal, mientras, están destinados a ocupar los laterales. La apuesta de Imanol en la medular puede marcar su planteamiento, además de que despejará esta tarde la principal incógnita en la alineación. Zubimendi y Merino tienen todas las papeletas para iniciar el derbi en la sala de máquinas. ¿Quién será el tercer hombre? Imanol puede retrasar a Oyarzabal o incluir a Guevara en el once, las dos opciones más probables. Y finalmente está la delantera, con Portu, Willian y el citado Oyarzabal como favoritos. Si el eibartarra actuara en la medular, se le abriría una puerta a Barrenetxea.

Enfrente estará hoy un Athletic que, al contrario que la Real, viene describiendo durante el último mes una trayectoria ascendente. Liberado de compromisos ajenos a la Liga y apoyado en una propuesta de presión alta y rápidas transiciones tras robo, el equipo de Garitano viene completando actuaciones muy meritorias, empezando por la de hace solo una semana en el campo del Villarreal, donde empató. El cuadro rojiblanco perdió ayer por lesión de última hora a Yeray, que atravesaba un muy buen estado de forma pero cuenta con un recambio de garantías: Unai Núñez. El central formará hoy pareja con Iñigo Martínez dentro de un once con el resto del arsenal disponible, incluidos Asíer Villalibre y Álex Berenguer, quienes han sufrido recientes problemas físicos. Las dudas, como sucede con el once de la Real, apuntan a la medular, en la que Muniain tiene un sitio asegurado y bailan las otras dos plazas. Parten con ventaja Vesga y Vencedor, pero Dani García y Unai López cuentan también con sus opciones.