DONOSTIA. La goleada histórica de la selección española ante Alemania ha abierto una inquietante Caja de Pandora para la Real. Todas las crónicas destacan que, una vez clasificados para la final four de la Copa de naciones, los de Luis Enrique no volverán a competir hasta el mes de marzo, cuando disputarán tres partidos valederos para la clasificación del Mundial de Qatar. El problema, de ahí que se hayan encendido las luces de alarma en Anoeta, es que será justo antes de la disputa de la final de la Copa del Rey prevista para el 4 de abril.

El sorteo para establecer los grupos europeos tendrá lugar en Zurich el 7 de diciembre y las fechas concretas de las tres primeras jornadas serán el 24-25 de marzo la primera, el 27-28 la segunda y el 30-31 la tercera. Es decir, los realistas convocados en teoría regresarían a Zubieta el miércoles o jueves de la semana en la que el domingo se disputaría el derbi decisivo contra el Athletic. Se puede prever que el seleccionado tenga un detalle con los blanquiazules que suelen acudir, que hasta la fecha son Mikel Oyarzabal y Mikel Merino, pero también hay que entender que se juega mucho y se los considera necesarios contará con ellos. Lo que sin duda va a resultar más complicado es que Bélgica, con Januzaj, y Suecia, con Isak, escuchen las plegarias de la Real porque no les interesarán lo más mínimo.

El caso se complica con la sub'21 en la que compiten con un papel protagonista Zubimendi, Roberto López y Barrenetxea. Esta temporada han cambiado el formato del Europeo. España cerró ayer la primera fase liderando su grupo sin perder un partido. Ahora disputaránotra fase de grupos, con cuatro selecciones en cada uno de ellos, que se disputará del 24 al 31 de marzo de 2021 en Hungría y Eslovenia. Los cuatro ganadores y los cuatro segundos se clasificarán para el torneo final, que se jugará mediante eliminatorias directas entre el 31 de mayo y el 6 de junio de 2021. Las partidos de cuartos y semifinales se disputarán en Hungria y Eslovenia, mientras que la gran final se celebrará en Ljubljana, capital eslovena.

Lo que admite poca discusión es que no se pueden hacer peor las cosas por parte de la Federación. En qué cabeza entra fijar la fecha de la final en plena Semana Santa de Sevilla cuando el objetivo del retraso es precisamente conseguir una ya improbable presencia de público. Y, por si fuera poco, que en lugar de contar con unas fechas tranquilas para poder preparar a conciencia el partido del año para los dos clubes vascos, que no dependa de ellos la preparación de sus mejores jugadores al estar convocados por sus respectivas selecciones.

Si se tiene en cuenta las últimas jornadas internacionales disputadas en las últimas semanas, la Real podría quedarse sin seis jugadores y el Athletic sin solo dos (Unai Simón e Iñigo Martínez en la absoluta). Jokin Aperribay ya puede ir moviendo ficha, porque de seguir la misma tónica, la injusticia amenaza con ser flagrante.