La Real líder y máxima goleadora del campeonato con tres tantos más que el segundo de la lista, el Atlético, que cuenta en sus filas con el Pichichi del campeonato, su capitán Oyarzabal con seis dianas, guarda uno de sus secretos más preciados en la retaguardia. El penalti que detuvo Álex Remiro a Machís en el último de la prolongación le permitió igualar un viejo récord de Arconada. Curiosamente el registro del mito txuri-urdin lo logró el siguiente año del segundo título que acabó en la séptima posición. En las nueve primeras jornadas los metas que ahora comparten marca solo encajaron cuatro goles.

El tema no es baladí en una Real que en los dos últimos años ha acaparado la mayoría de los elogios y titulares su potencial ofensivo. Una de las claves de la mejoría que le ha permitido olvidar las malas sensaciones y las dudas de la época del postconfinamiento que estuvieron muy cerca de dejarle sin el premio de Europa. Imanol ha apretado algunas clavijas en el entramado defensivo y la realidad es que el equipo ha echado el candado atrás, a pesar de que, en teoría, su zaga se ha visto debilitada por la venta de Diego Llorente al Leeds sin que haya llegado un sustituto.

Los cuatro tantos recibidos por un Remiro, que también ha dado un espectacular salto adelante y atraviesa por su mejor momento desde que viste de txuri-urdin se los endosó el Valladolid por obra de Míchel en la primera jornada; Maxi Gómez, del Valencia en Anoeta, que supuso la única derrota realista; el Huesca en un gran cabezazo de Rafa Mir; y Aspas de penalti de chiste inventado por el colegiado en el 1-4 de Balaídos.

Los números de la Real no son ninguna broma, porque en la citada jornada nueve se encuentra a solo un punto de los que llevaba a estas alturas el equipo de Denoueix que acabó subcampeón y que luchó por el título hasta el minuto final de auqella Liga. Con un solo gol menos y habiendo encajado nueve por debajo que los Westerveld, Rekarte, Jauregi, Schurrer y Aranzabal. Ojo al dato.

Ante el Granada la línea defensiva volvió a rendir a gran nivel, con la aparición de un Zaldua que se estrenaba en esta Liga una vez superados aparentemente sus problemas en el pubis. La Real solo había concedido una ocasión a los locales en una veloz carrera de Machís cuyo centro lo salvó en boca de gol Le Normand. Desde esa jugada en el minuto 8, hasta la expulsión del bretón en el 86, Remiro no volvió a tener noticias del ataque nazarí. La pena es que su tarjeta roja por agarrar de manera instintiva a Luis Suárez le va a impedir viajar a Cádiz. De ahí el enfado con el que abandonó el campo, que compartía un siempre exigente Imanol a quien se le cambió hasta el rictus de la cara.

La buena noticia a ese respecto fue que Zubeldia ya está recuperado, por lo que, si Sagnan no se recupera a tiempo para viajar a tierras gaditanas como parece muy probable, la retaguardia en ese partido la formarán Gorosabel, Aritz, Zubeldia y Monreal. Habrá que ver también si las molestias que sintió el navarro ayer no revisten gravedad, como así parece.