- La pandemia no ha acabado con una de las tradiciones futboleras más viejas: la de los fichajes y el baile de nombres. Ni la crisis derivada por el coronavirus que, sin duda, va a repercutir de forma directa en la planificación de las direcciones deportivas, han frenado la expectación que siempre genera entre los aficionados que sueñan con nombres rimbombantes que eleven el nivel de los suyos.

La Real parece tranquila. El feliz desenlace del epílogo exprés del campeonato le ha dejado en una situación menos tensa de cara al planteamiento para el siguiente curso. Llegado este instante, sin grandes novedades y a falta de once días para que comience una nueva pretemporada es buen momento para recordar las dos consignas que pregonó Olabe el pasado 28 de mayo cuando se iba a reanudar la competición: "No sé cómo acabaremos, pero va a ser más determinante que nunca la posición por las limitaciones del año que viene". Y, la segunda, más reivindicativa: "Queremos gestionarnos respecto a los que estamos, los 23 y los cedidos. Estamos convencidos de que contamos con un buen equipo, buenos jugadores jóvenes que están participando, con un potencial de desarrollo importante y que tendremos que encontrar ese balance para las necesidades que tengamos. Un club como la Real debe construir su propio equipo y plantilla. Se han tomado unas medidas que había que adoptar y estamos tranquilos, porque creemos que lo que tenemos no nos limita y que nos da posibilidad de desarrollo y crecimiento. Veo al club fuerte. A día de hoy, no puedo asegurar si estamos cerca de fichar, ni de si no vamos a contratar a ningún refuerzo, aunque la unidad de reclutamiento tiene vida propia y no para de trabajar".

El mensaje que emana de los despachos del club es que no se descarta que no haya fichajes. Algo sin duda bastante improbable, a pesar de que todavía no hayan llegado ofertas por sus jugadores entre otras cosas porque todos están muy bien blindados. Como ya informó este periódico esa misma semana de mayo, la citada unidad de reclutamiento de Olabe tiene su lupa puesta en apuntalar el eje de la zaga a poder ser con un zaguero zurdo con experiencia (Hermoso es el que más gusta) y un mediapunta que haga competencia a Odegaard (Kubo está en la lista), sobre todo mientras siga sin superar sus problemas en la rodilla. El resto de movimientos dependerá de las salidas. Sin ir más lejos, Imanol dejó claro que habría incorporaciones para estar a la altura de las cinco competiciones del próximo año: "Vamos a valorar bien para poder seguir siendo nosotros; la Real de cantera, con buenos fichajes que aporten para poder ser competitivos. Si algo tiene este club es la cantera y hay que apostar por ella, pero eso también supone un riesgo." Además de reconocer que habrá jugadores con contrato que no estarán aquí el próximo curso.

Por líneas. En la portería se entra en la semana clave de culebrón Rulli-Moyá. Por el argentino se escuchan ofertas y no tiene opciones de seguir. Más curioso es lo de Moyá, ya que sigue esperando la llamada para renovar cuando en el club había unanimidad entre los técnicos y dirigentes sobre su continuidad. Olabe es quien tiene la última palabra. Remiro y Zubiaurre siguen a las órdenes de Llopis, quien firmó por dos años más.

En los laterales sobran dos jugadores, uno por banda. Sola tiene muchos meses por delante para recuperarse de su lesión y no saldrá, aunque a ver si le dan dorsal. En la izquierda Kevin y Aihen lucharán por quedarse y el derrotado saldrá cedido. En el eje de la zaga, Llorente tiene opciones de partir y Pacheco de subir, al menos para hacer la pretemporada.

En el mediocentro va a haber codazos. Illarra, Zubeldia, Guevara y Zubimendi mantendrán un pulso de mucho nivel. Todos no pueden jugar ni quedarse. Merino y Guridi cuentan con plaza VIP, mientras que Roberto López podría iniciar la pretemporada, aunque su futuro también apunta a salir a préstamo. Y arriba, mucha dinamita. Bautista lo tiene complicado con Willian, si no se va, e Isak. Merquelanz, Barrenetxea y Oyarzabal, además de polivalentes, atesoran una calidad extraordinaria. Y la banda derecha no se queda corta, con Portu y Januzaj, que nunca se marcharía malvendido, porque para eso se quedaría ya que su calidad marca diferencias. Y Djouahra seguirá en el Sanse o partirá en busca de oportunidades. En resumen, minuto y resultado en la Real, antes de entrar dejen salir... Y el mercado cierra el 5 de octubre.

Esta semana es clave para solucionar el tema de la portería con la salida de Rulli, que no cuenta, y la esperada renovación de Moyá

Imanol tiene que decidir si Pacheco, Zubimendi, Roberto López y Djouahra hacen la pretemporada y tienen

dorsal de primer equipo