- En los momentos de mala mar es cuando sale a relucir el verdadero valor del capitán. Tras superar varias tormentas en la vuelta del confinamiento, la Real sigue a flote. Impulsado por la primera victoria ante el Espanyol, el barco txuri-urdin arriba hoy a Benidorm, lugar de vacaciones, junto al cual se sitúa La Nucía, la casa de alquiler del Levante en este final de temporada.

Allí, la Real ni va ni puede ir de paseo. Los donostiarras llegan a un campo inédito, con nombre homónimo al de la localidad, con el objetivo de seguir sumando de tres en tres. Como venimos diciendo en los últimos días, Europa pasa por ganar a Levante y Granada. Y en ese doble reto, Mikel Oyarzabal tiene mucho que decir.

El eibartarra es el capitán y, por tanto, pieza fundamental en el enderezamiento del bote, que trata de volver a coger velocidad. Pero además, sin Januzaj, KO para lo que resta de campaña, y Odegaard, con molestias continuadas, la dirección del ataque txuri-urdin pasará por sus botas más que nunca esta tarde en Alicante.

Enfrente, espera un equipo alegre, vivo, que propone mucho ofensivamente, y que, por suerte para la Real, también permite mucho defensivamente. Controlar el centro del campo y los arrebatos levantinistas será crucial en el devenir del encuentro.

Ahí tendrá su oportunidad el 10. Contra Getafe y, sobre todo, Espanyol, el extremo volvió a dar muestras de su capacidad de creación. Asistencia de gol en el Coliseum y un doblete en asistencias ganadoras frente a los catalanes. Su calidad es intachable, y así se vio en el pase del primer gol ante los pericos. Tenso, medido, acompasado con la jugada. Medio gol en bandeja.

Sin embargo, la mejor joya de esta Real no estaba sacando ese brillo que ciega a los rivales y embelesa a su afición. En sintonía con el resto del equipo, Mikel, el futbolista de la Real que más minutos ha jugado en la vuelta de la Liga (493 de 540 posibles), y el segundo jugador txuri-urdin con mayor presencia en el terreno de juego (2.655 minutos, sólo superado por Merino: 2.693) en lo que llevamos de competición, no estaba dando la talla.

Los jugadores eran plenamente conscientes de la delicada situación, de que el rendimiento no estaba siendo el esperado -el listón no estaba tampoco bajo-, e Imanol tampoco lo escondía. Siempre yendo de cara, un hecho a valorar, el técnico pedía una mayor asunción de responsabilidades a sus jugones cuando se le preguntaba por el bajo nivel ofrecido por Odegaard, otrora protagonista en muchas noches de pasión y gloria. "Cuando un futbolista no está fino tienen que estar bien los otros".

En esas palabras es indiscutible que implícitamente hay un llamado a Oyarzabal, entre otros. El capitán vuelve a estar enchufado en las últimas semanas, y el equipo lo nota. En lo que va de Liga suma nueve goles y nueve asistencias. Hoy puede alcanzar la decena en ambas estadísticas ante un rival al que ya marcó en su última visita. Ha llegado la hora del capitán. El momento de coger el timón y guiar al barco hasta un nuevo puerto europeo.

La Real dio a conocer ayer el estado de las lesiones de Illarramendi y Álex Sola. Al mutrikuarra se le ha realizado una reconstrucción del anclaje del músculo en su origen pubiano, que le tendrá apartado cuatro meses, tal y como informó este periódico el pasado viernes. Por su parte, las pruebas médicas confirmaron que Álex Sola tiene roto el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, por lo que será operado en los próximos días.