- El médico de la Real, Javier Barrera, analizó la situación de los lesionados, entre los que incluyó por sorpresa a Jon Bautista, en una conferencia de prensa privada. Aunque no lo llegó a confirmar, Illarramendi deberá pasar por el quirófano por sus problemas; aseveró que tomarán las medidas sobre Odegaard como si fuera a seguir; y explicó, visiblemente molesto, los motivos por los que LaLiga no ha aceptado la petición de darle la baja a Sangalli, a quien pensaban sustituir subiendo al primer equipo a Gorostidi (no puede subir como un canterano más porque tiene 23 años).

El club anunciará en breve que va a ser operado por un tema de pubalgia en la pierna derecha, la que se lesionó el curso pasado en Valencia. Ha tenido muy mala suerte con dos lesiones graves en el mismo año natural: una rotura de aductor derecho; y otra, grave, de tobillo, de la que por ahora parece recuperado y que no le producido molestias, aunque no se puede descartar que se las genere en el futuro. La rotura actual en la pierna izquierda no tiene mal pronóstico.

Cuando empezó a entrenar le molestaba el aductor derecho y le impedía golpear el balón en largo. Para desplazarse y golpear en corto, en cambio, no tenía problemas. El club decidió explorar nuevas posibilidades y consultó a Gilles Reboul, de Burdeos, y Ernest Schilders, de Londres, de gran prestigio los dos en medicina deportiva, porque lleva año y pico y no está como para jugar a gusto. En pocos días van a anunciar una decisión, que ya está tomada, puesto que el capitán tiene que dar el OK a que se confirme.

En este tipo de lesiones en el aductor, si se opera, es un plazo de tres o cuatro meses, porque hay diferentes posibilidades quirúrgicas, que es algo que no se descarta. En el plano psicológico lo lleva bien.

Como ya informó la Real el martes, el noruego sufre una tendinopatía rotuliana de la rodilla derecha. Lleva varios meses aquejado de esta lesión, muy incómoda, que padecen muchos deportistas y que no tiene un tratamiento que garantice su efectividad. Hasta el momento se le ha tratado con fisioterapia, se le ha regulado la carga y ha parado algunos partidos. Confiaban en que le iba a venir bien el parón por la suspensión, pero cuando empezó a entrenar estaba peor que antes del confinamiento y en el encuentro ante el Madrid le dolía bastante. Como le impedía jugar cómodo, pidió al club que buscara una solución. Hablaron con él, pasaron consulta en Barcelona y tuvieron en cuenta la opinión de su entorno, y llegaron a la conclusión de que era preferible intentar evitar el tratamiento quirúrgico para que pueda jugar lo que pueda hasta final de temporada. Siempre intentando que pueda hacerlo de la mejor forma posible, y siguiendo sus necesidades y lo que se necesita el equipo.

La cuestión es que esta lesión es muy limitante, pero se puede superar con cuidados y tratamiento conservador, como ya ha sucedido con otros casos en Zubieta. Entre todos, Real Madrid incluido, han decidido seguir un tratamiento conservador, aunque irán viendo su evolución.

La Real defiende que toma las decisiones respecto a Odegaard pensando y creyendo que la próxima campaña seguirá aquí. Si supieran que se va a marchar y no va a estar aquí el año que viene, seguramente actuaría de otra forma. El Madrid ha estado informado en todo momento, pero en Zubieta han actuado con mucha autonomía. También se tiene en cuenta la opinión del paciente. Del nuevo tratamiento no podían decir nada, y, aunque por ahora han esquivado el quirófano, esto no significa ni que finalmente sea operado, ni que la intervención garantice que se vaya a recuperar por completo.

Este es el tema que más enciende a los médicos de la Real. Como todo el mundo sabe, son ya tres las ocasiones en las que ha sufrido una luxación de rótula. A la primera, con el Sanse, se suele decidir operar, pero se optó por otro tratamiento. Estuvo dos años sin problemas hasta el partido de Becerril, pero, tras estar parado doce días, se solucionó. Se entrenó normal hasta después del confinamiento, aunque ahora, en junio, se le volvió a salir, por lo que pasó consulta con Mikel Sánchez y se decidió operar, porque si se le sale más veces, puede que no se recuperase del todo.

La Real envió los papeles en plazo y se realizó un informe explicando lo que había pasado. Mikel Sánchez hizo otro externo y la Mutua de la Federación un tercero. Pero lo han desestimado basándose en el punto 2, que está sujeto a interpretación, porque ellos consideran que es un problema crónico y la Real que, aunque lleva con la dolencia desde 2017, entiende que es una agudización. Y ademas, para más inri, les comentaron, tras el primer recurso, que la tercera luxación ha existido al no haber síntomas de edema óseo como si hubo en la segunda luxación. Pero tiene un vídeo, que ha presentado en el segundo recurso, en el que Sangalli se tuerce la rodilla y se retuerce de dolor. No era un plan, contaban con él. En la contestación del segundo escrito la sensación es de que se duda.

La Real ha continuado quejándose y se ha mandado un vídeo con Sangalli jugando y con el momento de la lesión. Para sus médicos está muy claro y no entienden la respuesta y les duele que se les ponga en tela de juicio. La Real no iba a fichar, pero sí pretendía darle su ficha a Gorostidi, que, como mayor de 23 años, necesita plaza de primer equipo.

Ander empezó a tener problemas el 3 de junio y entrenó hasta el 7 con el grupo. Era una pequeña sobrecarga y estuvo unos días al margen. Después volvió a la dinámica y en el calentamiento del partido contra Osasuna sintió dolor y se le volvió a parar. Ahí sí se le apreciaba. Se fue sintiendo mejor y este miércoles empezó a entrenar con el grupo, aunque el tiempo es muy ajustado y consideran que se puede arriesgar. En otras circunstancias hubieran actuado de otra forma. Es un jugador con el que hay que tener cuidado con sus problemas musculares, pero no temor.

Se cayó en su casa en Errenteria el 6 de junio y se lastimó la muñeca. Tiene una rotura de escafoides sin desplazar y pasó por el quirófano el 16 de junio.

Se dobló el tobillo derecho en junio de forma aparatosa. Le vieron varios radiólogos y, como no avanzaba, se le hizo otra prueba y se le descubrió una pequeña fractura a nivel distal de la tibia que justifica la lentitud de su recuperación. No es un caso quirúrgico ni se puede asegurar que vaya a estar en la pretemporada.

Los galenos realistas están tomando las decisiones con Odegaard como si fuera a quedarse; si no, actuarían

de manera diferente