a carrera futbolística de Sergio Rodríguez adquirió velocidad de crucero cuando el centrocampista riojano, a los 23 años, recaló en el Lleida. Perteneció al club catalán durante seis años, desde 2001 hasta 2007, siendo cedido al Cádiz de septiembre a enero durante la última temporada. De esta serie de cursos, dos y medio los desarrolló compitiendo en Segunda División, circunstancia que dio pie a que el Deportivo Alavés apostara por su incorporación. En Vitoria, Sergio formó doble pivote con Mehdi Lacen. Participó en la victoria contra la Real en la penúltima jornada (3-2) del curso 2007-08, resultado que dejó a los txuri-urdin sin ascenso. Y, dentro de un año complicado en lo colectivo, con el equipo babazorro salvándose por los pelos de caer a Segunda B, las prestaciones de aquella medular llamaron la atención en el mercado. Durante el verano de 2008, el Racing, de Primera División, fichó a Lacen. La Real, a Sergio.

El de Logroño debutó con gol. Marcó con un fenomenal libre directo el tanto del triunfo (1-0) contra el Las Palmas en la primera jornada 2008-09. Y en aquella campaña, a las órdenes de Lillo, casi siempre consiguió mejorar el fútbol del equipo cuando estuvo sobre el césped. De carácter algo frío y apariciones intermitentes, su pausa y su calidad supusieron, en líneas generales, armas a tener en cuenta dentro del aguerrido juego que entonces caracterizaba a la Segunda División. Con el propio Lillo, Sergio disputó 24 partidos de Liga. Con Lasarte, solo quince. Y eso que el uruguayo contaba con él como teórico titular durante la pretemporada de 2009. Hasta que una lesión facilitó la irrupción en la mediapunta de David Zurutuza. El pelirrojo brilló, por ejemplo, en el partido del Centenario contra el Real Madrid. Y se hizo con el puesto.

El ascenso de la Real a Primera coincidió con el adiós de Sergio. Mientras el club daba el paso adelante, el centrocampista, con 32 años, retrocedió a la Segunda B para jugar en el club de su tierra, el Logroñés, de cuya primera plantilla es ahora entrenador. Antes del actual parón, las cosas marchaban fenomenalmente por el Nuevo Las Gaunas, pues el equipo lideraba su grupo de la categoría de bronce del fútbol estatal. Aventajaba en trece puntos al segundo y tenía más que encarrillado el optar al ascenso como campeón.

La Real confirmó su fichaje del Alavés solo semanas después de que participara como rival en la derrota de Mendizorroza que abortó el ascenso