- Pasan las semanas. Poco a poco, la aparición de una tenue luz al final del túnel señala la aún lejana salida de la crisis sanitaria. Y, en materia deportiva, las novedades respecto a un hipotético regreso a la actividad resultan cada vez más fiables. Todo apunta a que la Liga 2019-20 terminará celebrando las once jornadas pendientes. La gran duda reside en saber cuándo. Si los partidos tienen que retrasarse hasta el próximo otoño, principalmente para decidir título y descensos, la Federación deberá designar en agosto a sus representantes en las competiciones europeas 2020-21, tarea para la que ya ha desvelado cuáles serían sus criterios. ¿Qué sucederá si, por el contrario, la pugna continental termina dirimiéndose sobre el campo? ¿Qué calendario y qué circunstancias aguardan a sus contendientes?
Una brecha de cuatro puntos, ni mucho menos insalvable pero sí considerable, separa al séptimo clasificado, el Valencia, del octavo, el Villarreal. Así, tomando como referentes de la pelea a Sevilla, Real, Getafe, Atlético y al propio conjunto che, la primera apreciación que puede realizarse es que, antes del parón, resultaban los de Celades los únicos que competían sin distracciones ajenas a la Liga. Y que, por lo tanto, se vieron perjudicados por la interrupción. ¿Por qué? Porque estaban llamados a luchar por las plazas continentales con equipos que iban a compaginar la Liga con la Champions (Atlético), con la Europa League (Sevilla y Getafe) y con toda una final de Copa (Real). El panorama en caso de una hipotética reanudación en junio y julio, mientras, dibujaría la celebración de once jornadas consecutivas sin otros torneos mediante. Una pugna, por lo tanto en igualdad de condiciones. Lo que resta de Champions y UEFA se disputaría en agosto. Y la final de Copa también estaría destinada a jugarse una vez concluida la Liga.
La importancia de jugar en casa o fuera se vería neutralizada durante las once jornadas finales. Solo quedaría comprobar en qué medida. La disputa de partidos con público en las gradas solo se producirá a muy largo plazo, atendiendo a previsiones de expertos que han trascendido. Así que la duda respecto a una posible reanudación en junio y julio reside en saber si los encuentros se jugarían en los estadios de los clubes, a puerta vacía, o en una sede central. Fuera como fuera, la balanza de duelos como local y como visitante de cada escuadra perdería importancia. Y los perjudicados por este factor serían Sevilla y Real, aún con seis partidos pendientes en Sánchez Pizjuán y Anoeta, por solo cinco a domicilio. A Getafe, Atlético y Valencia, mientras, únicamente les quedaban cinco encuentros como locales, por seis fuera de sus estadios. Beneficia a este segundo grupo de equipos, respecto a Sevilla y Real, que el aspecto ambiental apunte a perder relevancia en el último tramo del torneo.
Desactivado en gran medida el factor campo, la identidad de los rivales pendientes queda como factor principal a la hora de dilucidar la dificultad de cada calendario. Y, en este sentido, puede afirmarse que la agenda de la Real es la más exigente. Por un lado, a los cinco equipos de la pugna europea les resta un partido contra uno de los dos primeros clasificados (Barcelona o Madrid). Igualada esta circunstancia, son los txuri-urdin quienes más duelos directos deben jugar en las once últimas jornadas. Esperan en su agenda Getafe, Sevilla y Atlético. También el Real Madrid y un Villarreal con opciones de reengancharse a la pugna continental. Sevilla, Getafe y Atlético de Madrid tienen que dirimir aún dos duelos directos cada uno. Y el calendario a priori más asequible es el del Valencia, con un solo duelo directo, contra el Sevilla en el último partido (como visitante). Cabe destacar que los caprichos del sorteo liguero, celebrado el pasado verano, diseñaron unas jornadas finales llamadas a resultar muy emocionantes. Sevilla, Real y Atlético se medirán a rivales de la lucha europea tanto en la 37ª como en la 38ª. Y el Valencia visitará al propio Sevilla en la 38ª, coincidiendo con el Atlético-Real. Solo el Getafe cerrará el campeonato ante un adversario que, sobre el papel, no tendrá nada en juego, el Levante.
Once jornadas dan para mucho. Como ha quedado comprobado en el punto anterior, deben deparar aún multitud de duelos directos, por lo que el panorama de los averages particulares aún dibuja numerosas incógnitas. Sí puede aseverarse que quien peor lo tiene en este sentido es el Valencia, pues saldría perdiendo de empates finales a puntos con Real y Getafe. Su average con el Atlético, mientras, está igualado. Y el que le mediría al Sevilla queda pendiente tras el 1-1 de Mestalla. La Real, mientras, cuenta con la mencionada ventaja respecto al Valencia, mientras aún debe resolver los promedios ante Sevilla (3-2 en el Pizjuán), Getafe (1-2 en Anoeta) y Atlético (2-0 en Anoeta). Un repaso general apunta a que son los hispalenses quienes mejor encaminados tienen los averages. Ya se lo han ganado al Getafe y con el Atlético les figura empatado. Deben medirse ahora a la Real (tras el mencionado 3-2 en el Pizjuán) y al Valencia (1-1 en la primera vuelta).
El parón liguero forzoso debería cortar, en teoría, cualquier dinámica previa, positiva o negativa, de los equipos. Por ello, y tomando como medida las últimas cinco jornadas, es la Real el conjunto de la lucha europea más perjudicado por la interrupción. Acumulaba doce puntos de quince posibles en el mencionado tramo, por nueve del Atlético, ocho del Sevilla, siete del Getafe y cinco del Valencia, un balance que los txuri-urdin venían adornando con su excepcional trayectoria en la Copa del Rey, cuya final habían alcanzado.
A Sevilla y Real les quedan seis partidos en casa y al resto de rivales, cinco; el factor campo, sin embargo, va a perder importancia
Los txuri-urdin tienen aún pendientes tres duelos directos, ante Getafe, Sevilla (37ª jornada) y Atlético de Madrid (38ª)
El average está ganado con el Valencia, y sin decantarse con Atlético (2-0 en Anoeta), Getafe (1-2 en Donostia) y Sevilla (3-2 en el Pizjuán)