- Julen Bermejo es un apasionado txuri-urdin de cuna que tenía muy claro que la final de Sevilla prevista para mañana 18 de abril era una oportunidad irrepetible. Tras lograr la clasificación en Miranda de Ebro, se puso manos a la obra para organizar un viaje en su Lasarte-Oria natal: "Estuvimos mirando muchísimas cosas, diferentes furgonetas, pero al final decidimos coger un bus entre gente del pueblo. Estábamos en Insausti Taberna, donde solemos juntarnos muchas cuadrillas, y uno comentó que el padre de su novia tiene una empresa de buses, que es Luiscar, y que podíamos organizar uno con personas de aquí, pegarnos la pechada de ir a Sevilla y volver casi en el mismo día".

La propuesta y el propósito sonaron casi como el típico reto que se hace en una noche de juerga: "Alguien hizo un comentario de tenemos que ir sí o sí, por mis cojones, como si íbamos en bici. Al estar la opción del autobús empezamos a buscar el mayor número posible de gente para llenarlo y que así nos saliera económicamente mucho mejor. El plan era ir en bus, dormir en el bus, llegar, ver el partido, celebrar lo que hubiese que celebrar y al volver lo mismo, en el mismo día. Hubiera sido ir el viernes por la noche y volver el domingo por la mañana".

Lo divertido es que no tardaron en juntar a muchos vecinos de varias cuadrillas de Lasarte-Oria: "Lo que intentamos fue juntar varias cuadrillas, siete de una, doce de otra, tres de otra€ Hasta que llenásemos el bus. Y luego se quedó gente fuera. Incluso estuvimos pensando en organizar otro autobús, pero nos dimos cuenta que era mejor solo uno, meternos los que pudiéramos y listo, porque había gente que tenía muchas dudas".

Siendo conscientes de la tragedia que se está viviendo, la decepción es enorme: "Nos han chafado todo porque el día del Mirandés, la vuelta de la semifinal de Copa, estábamos en el mismo bar y nos fuimos al recibimiento de la Real a Zubieta a las dos de la mañana. Imposible no sentirse decepcionado".

No solo por la emoción y la posible alegría del título, sino por la previsión de una juerga inolvidable: "Yo soy de la Real desde pequeño y jugar una final contra el Athletic no sé si lo vamos a volver a vivir en la vida. Te chafan todos los planes y te chafan una cosa súper bonita que íbamos a vivir. Ahora, ¿cuándo se va a jugar? No sabemos, pero te jode vivo porque tienes todo organizado, íbamos a ir en masa y una final de Copa que no se vive siempre, iba a ser una locura".

Lo peor es que parece que, pase lo que pase, ya nada será lo mismo: "Te pones a pensar en que no va a ser lo mismo. Te imaginas qué hubiera pasado si hubiese sido todo normal, que vas allí, un ambiente increíble en Sevilla, una semana antes de la feria de abril, te juntas con gente de Donostia, Bilbao, de todos los pueblos de Gipuzkoa y Bizkaia, y al final está claro que no va a ser lo mismo que se juegue con público o sin público. Es totalmente diferente".

Por ahora se encuentran a la espera de una nueva fecha y con la incertidumbre de si podrán volver a organizar otra vez el viaje en un autobús: "Yo creo que el autobús lo tenemos aparcado porque no sabemos lo que va a pasar. Se han dado fechas de que podría jugarse en agosto, pero ya te digo que en esa fecha Sevilla puede ser un caos. Entre que la gente puede estar trabajando o no, no sabríamos cómo acometer eso y si seríamos los mismos para ir o no, pero si se llega a jugar muchos como yo no vamos a faltar, sea en bus o como sea".

"Fuimos a recibir a la Real a Zubieta a las 2.00; imposible no sentirse decepcionado ahora"

Aficionado de la Real de Lasarte-Oria