REAL SOCIEDAD Remiro; Zaldua, Zubeldia, Le Normand, Muñoz; Guevara (Aritz, min. 76), Sangalli (Januzaj, min. 58), Merino; Portu, Willian José (Alex Isak, min. 54), Oyarzabal.

ATHLETIC Unai Simón; Capa, Yeray, Nuñez, Balenziaga; Beñat (Dani García, min. 61), San José, Lekue, Kodro (Muniain, min. 46), Ibai; Villalibre (Williams, min. 54).

Árbitro Jaime Latre (C. Aragonés). Roja directa a Muniain en el minuto 88 por una dura entrada a Oyarzabal. Amonestó a Portu, Alex Isak, Capa y Dani García.

Goles 1-0, min. 64: Portu. 1-1, min. 70: Williams. 2-1, min. 82: Isak.

uando un delantero de los muy buenos, nivel Champions, está inspirado y entra en racha goleadora, muchas veces parece no encontrar freno. Es el caso de Isak. Tras una primera mitad de la campaña en la que se vio eclipsado por la indiscutible titularidad de Willian José y a pesar de que en todas y cada una de sus escasas apariciones dejaba su tarjeta de presentación, el sueco se liberó en cuanto le dieron galones y se convirtió casi de la noche a la mañana en el nuevo ídolo de Anoeta.

Después de superar etapas en las que llegaron y se marcharon delanteros con más pena que gloria y con menos goles que los dedos de una mano en su haber, Isak ha roto con todos los moldes del supuesto tiempo necesario de adaptación a una nueva competición al llegar sin tener ni idea de castellano y acreditar cada vez que le daban la oportunidad que se le caen la clase y los goles de los bolsillos. Si conquistar el Bernabéu con una actuación memorable no era ya de por sí suficiente, quiso ir más allá y decidir un derbi ante el eterno rival en 35 minutos simplemente inolvidables. Salió al campo con 0-0 en el marcador y estuvo a punto de marcar cuatro goles y de fabricar otros dos. Es más, dio la asistencia del primer tanto y logró el segundo. Puso patas arriba a la grada, dejó boquiabiertos a los vecinos, que se preguntaban de dónde habían sacado a esa fiera y se marcó un baile del triunfo final glorioso recorriendo a lo ancho el fondo de la Zabaleta paladeando su gesta mientras veía los rostros de felicidad de su gente.

Fue un derbi descafeinado. La Real tenía ganas de revancha después de lo sucedido en la primera vuelta, pero el hecho de que menos de 70 horas antes tuvieron que enfrentarse en cuartos de final ante Madrid y Barcelona, con los consiguientes éxtasis por sus victorias, y que entre semana les esperaba la ida de la semifinal, lo condicionó todo. Los de San Mamés llegaron con piel de cordero y poniendo como excusa que Garitano hizo ocho cambios, sin darse cuenta de que Imanol introdujo solo uno menos y su equipo siguió siendo reconocible. Quizá ahí reside la gran diferencia entre ambos conjuntos este curso. Si hasta volvió a jugar Willian José tras su sublevación y no se dio cuenta casi nadie.

Portu y Kodro se toparon con Remiro y Simón antes del descanso. Todo cambió en la reanudación con la entrada de Isak. El sueco estuvo en todas y encontró un socio perfecto en Portu. En el primer gol fue el ariete quien asistió al murciano, y después del empate de Williams, se intercambiaron para que el escandinavo, a la segunda, hiciera enloquecer a Anoeta.

Quinta victoria en seis partidos en el momento clave de la campaña para una imparable Real. Tres días después le esperaba el Mirandés en una semifinal de Copa histórica. Por Anoeta ya se palpaban los nervios por la cita…