REAL SOCIEDAD Moyá; Zaldua, Aritz, Llorente, Monreal; Zubeldia, Merino (Zurutuza, min. 82), Odegaard; Portu (Januzaj, min. 82), Isak (Willian José, min. 73) y Oyarzabal.

ATLÉTICO DE MADRID Oblak (Adán, min. 65); Tripier, Giménez, Savic, Lodi; Saúl, Lemar (Marcos Llorente, min. 46), Koke, Joao Felix (Correa, min. 55); Vitolo y Diego Costa.

Goles 1-0, min. 57: Odegaard. 2-0, min. 60: Monreal.

- Llegó el gran día. 27 años después, Anoeta estrenaba su nuevo diseño con fondos y sin las malditas pistas de atletismo. Lo hacía recibiendo un rival de enjundia, el rocoso Atlético de Simeone, y la gran fiesta de inauguración acabó siendo una de las más completas que se recordaban al menos hasta ese instante. Precisamente porque esos días tan señalados, con festejos o incidencias extradeportivas, no le suelen salir muy bien a los realistas. Como se esperaba, la afición respondió con la mejor entrada de la historia del estadio, con más de 35.000 espectadores que no pudieron ser contabilizados con precisión por un error en los tornos, y el ambiente que se vivió en la grada fue sobrecogedor. Ahora ya nos hemos acostumbrado y nos sentimos orgullosos de tener uno de los campos más calientes de la Liga, pero su sonora carta de presentación llegó en la victoria por 2-0 ante el reciente verdugo del Liverpool en la Champions.

Después de dos semanas de parón, en el que se debatió sobre la idoneidad del innegociable estilo de Imanol por la dura resaca de la derrota en Bilbao, la Real reivindicó su ofensiva apuesta al dominar y superar con nitidez a uno de los gallitos de la categoría.

El técnico oriotarra esbozó la alineación que más éxitos le ha dado este curso, con la entrada por primera vez en la zaga de un Aritz que ya ha demostrado ser vital para este equipo, y del recién llegado Monreal; la reubicación en su posición natural de Zubeldia; y la novedad de Isak y Portu, que convencieron a todos, como compañeros en la línea atacante de Oyarzabal.

En la primera parte los blanquiazules sometieron a los atléticos, aunque solo generaron una buena ocasión del 10, que solventó Oblak. En la reanudación, los madrileños acusaron el desgaste y Odegaard, que enamoró a Anoeta desde su primera intervención, abrió el marcador tras una buena asistencia de Mikel Merino. Poco después, el noruego sirvió una falta y el rechace de Oblak al cabezazo de Isak lo remachó a la red Monreal. Moyá, con dos intervenciones espectaculares, frenó la lógica reacción rojiblanca.

La afición de Anoeta celebró el triunfo a lo grande, consciente de las emociones fuertes que le aguardaban a lo largo de esta temporada. Por primera vez se palpó en el ambiente que lo mejor estaba por llegar...