donostia - El 6 de marzo de 2002, el Deportivo de Jabo Irureta protagonizó el ya célebre Centenariazo. Consistió este en ganarle al Real Madrid (1-2) la final de Copa en el Bernabéu, para conquistar un título que en clave coruñesa contó con un episodio polémico. Antes, el sorteo de los octavos de final había emparejado a los gallegos con el Hospitalet. Y el Súper Depor se había negado a competir sobre el césped artificial barcelonés. Ese mismo césped en el que la Real, en una ronda previa, había caído eliminada. "La Real de John Benjamin Toshack. Un club señor", recuerda al otro lado del hilo telefónico Javi García, verdugo de los txuri-urdin con un gol de falta en la dolorosa derrota.

Sale a colación el asunto porque el domingo, 18 años después de aquellas vivencias, el cuadro guipuzcoano afrontará el segundo encuentro oficial de su historia sobre hierba sintética, esta vez en Ceuta. Los de Imanol buscarán allí el pase a los dieciseisavos de final. También vengar, en cierto modo, el 2-1 recibido en L'Hospitalet el 10 de octubre de 2001. La Real perdió un partido. Pero ganó honor a raudales. "No pusieron ninguna pega. Vinieron, jugaron en un césped que no les beneficiaba y no se escudaron en ello para justificar la derrota. Fue un detallazo", explica el propio Javi García, quien desde entonces guarda "en un rincón del corazón" los colores blanquiazules.

Exjugador de Lleida, Rayo Vallecano y Espanyol entre otros, García, formado en la cantera del Barça y actual trabajador en el organigrama técnico culé, era el futbolista más destacado de un Hospitalet que se deshizo de la Real en los inicios de la más negra racha copera txuri-urdin. "Para ellos era una cita difícil. El césped artificial penaliza mucho, si no estás acostumbrado. Nosotros nos adelantamos gracias a un gol mío de falta, dentro de un encuentro equilibrado y disputado. Y después aprovechamos un contragolpe para hacer el segundo". Gabilondo marcaría el estéril 2-1 en el minuto 89, certificándose instantes después la eliminación de una Real plagada de futbolistas poco habituales.

Es esta una circunstancia que también conserva fresca en la memoria Javi García. Por la parte que a él le toca, cita al portero, "un chaval rubito y con planta al que subieron del filial". Se refiere a Pablo Llorca (Donostia, 1981), que disputó en L'Hospitalet su único partido oficial como realista, y a quien engañó con motivo del libre directo que supuso el 1-0. "Fue una falta a priori perfecta para un zurdo. En mi perfil malo, porque era diestro. Había varios compañeros a mi alrededor y creo que no se esperaba que lanzara yo. La puse en el palo corto por encima de la barrera", rememora el exatacante sobre una noche histórica para los suyos. "Gracias a la Real Sociedad, nuestros aficionados pudieron ver in situ a un equipo de Primera".

Un par de meses después, el Deportivo, amparándose en el reglamento, se negaría a competir en el Municipal. La Federación programaría la ida de los octavos en el Mini Estadi blaugrana. Y L'Hospitalet no se presentaría al encuentro, quedando así apeado. Hoy es el día en que a la Real todavía se le recuerda con cariño en el municipio. No precisamente por las facilidades que dio sobre el campo, sino por el simple hecho de haber accedido a jugar allí. El mencionado Deportivo no quiso hacerlo. Tampoco el Athletic de Javi Clemente, ya en 2005. Así que, de cara al derbi del próximo 9 de febrero en Anoeta, la afición de los catalanes lo tendrá claro.