Donostia - Siempre resulta importante ganar. Lo es más aún cuando, entre partido y partido, la competición se interrumpe y suceden cosas, futbolísticas y extradeportivas. La Real despidió el 2019 sumando tres puntos en El Sadar. Desde entonces solo han transcurrido quince días, tiempo en cualquier caso suficiente para que los jugadores descansen una semana, se marchen a sus lugares de origen, el club renueve al entrenador y toda la familia blanquiazul, aficionados incluidos, disfrute de unas Navidades muy halagüeñas en clave txuri-urdin. El partido de esta tarde, en Anoeta contra el Villarreal, inaugura calendario, el de 2020. Y se trata de comprobar que, una vez arrancada la hoja de diciembre e iniciada la segunda parte de la temporada, la decisiva, todo continúa en su sitio. Que la Real sigue siendo la Real. La Real que tanto ilusionó durante el otoño. A ver si ahora supera los rigores del invierno...

pocas novedades Para empezar el año con buen pie, Imanol, cuyo vínculo con el club ha sido recién prolongado hasta 2021, dispone de 21 futbolistas, tres de los cuales quedaron ayer fuera de la convocatoria. No se esperaban sorpresas a este respecto y el de Orio cumplió con los pronósticos descartando a Pardo, Gorosabel y Sagnan. Estos se sentarán hoy en el palco del estadio junto a los otros tres compañeros que se pierden el partido, estos por lesión: David Zurutuza, Asier Illarramendi y Aritz Elustondo. Al entrenador le preguntaron el viernes cuándo podrá disponer de ellos. Sus respectivas dolencias resultan diferentes, pero cuentan también con un denominador común. No parece que ninguna vaya a remitir en el corto plazo. Así que, de momento, el técnico oriotarra encara la apretada agenda de enero con los 21 efectivos aludidos. Al menos son 21 y no 20. Porque Luca Sangalli, que se dañó una rodilla en Palencia contra el Becerril, está de vuelta. Ayer entró en la lista.

¿llorente en la derecha? Tampoco se esperan excesivos cambios en la alineación, donde las incógnitas se centran en el triángulo que forman los dos centrales y el pivote. No sería de extrañar que Imanol pronosticara un partido de dominio territorial realista, ante un Villarreal de bloque medio-bajo al que abrir desde la posesión. Y en tal contexto primaría la baza en la medular del clarividente Guevara, lo que a su vez supondría la presencia de Igor Zubeldia en el eje de la zaga. Se mantendrían así los planes iniciales de Iruñea contra Osasuna, aunque las opciones de novedad no terminan ahí. También implican la opción de que madrileño y azkoitiarra se intercambien los perfiles, actuando el canterano como central izquierdo. En el resto del once, mientas, apuntan igualmente a permanecer los protagonistas del último partido, aquí sin baile de demarcaciones.

reinventarse Dijo Imanol hace dos semanas, en una entrevista concedida a este periódico, que la Primera División exige innovar y reinventarse semana tras semana. Una máxima que cobra especial sentido si atendemos a las palabras pronunciadas ayer por el segundo entrenador del Villarreal, Quique Álvarez (Calleja no compareció ante los medios debido a un problema familia, pero estará hoy en Anoeta). Dijo el técnico que, a día de hoy, "es muy difícil ganarle a la Real un partido abierto", dejando claro así que los amarillos apostarán esta tarde por una idea más de respuesta que de propuesta. Lo harán amparados en el buen resultado que les dio su notable defensa del área en el Sánchez Pizjuán (1-2 al Sevilla), donde los centrales Pau Torres y Albiol se mostraron inconmensurables. E impulsados también por su decisivo gol al Getafe en la pasada jornada, tras llamativa cabalgada del centrocampista camerunés Anguissa. Ante semejante panorama, el cuadro de Imanol Alguacil va a tener que armarse de paciencia y explorar vías por las que abrir todo el entramado castellonense. El papel de Guevara a la hora de generar superioridades y atraer presiones para liberar a compañeros apunta a resultar decisivo, así como controlar las transiciones de un rival que lo tiene todo para dañar al contragolpe: velocidad, calidad y buenos lanzadores.

la duda del interior El Villarreal alcanzó la última semana competitiva de 2019 inmerso en una muy mala racha: dos puntos sobre 18 posibles. Sin embargo, Javi Calleja parece haber encontrado el camino hacia la mejoría con un 4-3-3 que deja a Iborra en un estático papel de sostén, a Anguissa como interior derecho añadiendo una capa de cemento a todo el entramado y a Gerard Moreno solo en punta, visiblemente cómodo cayendo a ambas bandas. Así ha enlazado el Submarino victorias ligueras ante Sevilla y Getafe. Y así apunta a plantarse esta tarde en Anoeta, para disputar un duelo que sí parece generar una duda al entrenador. Santi Cazorla, a priori titularísimo, salía de una lesión en diciembre y no fue titular en los mencionados triunfos. Pero ya se encuentra en plenas condiciones y podría arrebatarle la plaza de interior zurdo a Manu Trigueros. l