donostia - Dice Imanol Alguacil que no mira a la clasificación, que a finales de octubre la tabla solo sirve para ilusionar a los aficionados. No le falta razón en el sentido de que, en pleno otoño aún, nadie en la Liga ha logrado los puntos necesarios para la consecución de su objetivo. Pero debe considerar también el técnico oriotarra que es a estas alturas del campeonato cuando se generan determinadas inercias casi perpetuas. Traducido todo esto a la actualidad txuri-urdin, resulta que una victoria este mediodía en Balaídos instalaría al equipo en la zona noble de la clasificación transcurrido ya un cuarto de curso. Lo está haciendo muy bien la Real. Estar arriba y coger una ola buena suele permitir seguir ganando cuando avanzan las jornadas y empiezas a hacerlo peor. Es una cuestión de inercias. Inercias que nacen ahora.

tres bajas La expedición guipuzcoana viajó ayer a Vigo con tres ausencias forzosas. Ya eran conocidas de antemano las de Asier Illarramendi y Aritz Elustondo, ambas por lesión. Y a la lista se sumó a última hora Aihen Muñoz, quien durante el último entrenamiento se produjo un esguince de tobillo. El contratiempo del navarro llevó a Imanol a tener que prescindir por motivos técnicos de únicamente tres futbolistas. Los elegidos para quedarse en casa fueron Sagnan, Pardo y Zurutuza. Una vez más, la convocatoria realista se presenta plagada de dinamita, con seis futbolistas que reciben la consideración de delanteros: Portu, Willian José, Oyarzabal, Barrenetxea, Januzaj e Isak.

dos incógnitas en el once La alineación de la Real presenta dos dudas. Y la primera atiende a la portería. Las declaraciones del entrenador el viernes apuntan a que el nivel de los guardametas en los entrenamientos está siendo tan alto que puede elegir arquero cada fin de semana en función de las circunstancias: rival, campo, tipo de partido... “Hablamos de una demarcación peculiar. Pero no lo es tanto si atendemos a cómo trabajan Moyá, Remiro y Zubiaurre. Su rendimiento en Zubieta me permite arriesgar y hacer más cambios de los que resultan habituales bajo palos”, dijo. A Remiro la titularidad solo le duró un partido al debutar contra el Alavés. Parece que, en esta ocasión, podría continuar en el once tras verse más exigido ante el Betis que frente a los vitorianos y ofrecer buenas prestaciones. La segunda interrogante en el equipo inicial afecta a cuatro futbolistas: Le Normand, Llorente, Zubeldia y Guevara. Uno de ellos se quedará en el banquillo de inicio, siendo el favorito para ello el propio Guevara. El posible regreso de Zubeldia a la medular sentaría al gasteiztarra, titular en caso de que el de Azkoitia fuera suplente o mantuviera su puesto en el centro de la defensa. ¿Y el resto del equipo? Los mismos de casi siempre, los integrantes de una alineación que empieza a recitarse de carrerilla.

darle ritmo Enfrente espera hoy un Celta que no termina de arrancar. Los gallegos, con Escribá en el banquillo, forma un equipo capaz de acelerar en cualquier momento para conectar con Aspas y Santi Mina. Pero, en líneas generales, los celestes apuestan por un fútbol pausado y de ritmo bajo que no puede contagiar hoy a la Real. Al cuadro txuri-urdin le interesan los partidos intensos y eléctricos, así que gran parte de su éxito este mediodía pasará por la velocidad que consiga imprimir al juego. Si la melodía que acompaña al encuentro es de rock and roll, habrá mucho ganado frente a un rival plagado de futbolistas de buen pie pero carente de agresividad defensiva y vulnerable en la contención a campo abierto.

sin rafinha Las características futbolísticas del Celta de Escribá no están aportando resultados, circunstancia que ha llevado al técnico valenciano a verse cuestionado. Lo está hasta el punto de que su cargo pende de un hilo. Y la cuerda floja podría romperse en caso de derrota hoy. Se la juega el técnico sin Rafinha, baja médica, y con un once que, jugador por jugador, ofrece sobre el papel muy buenas sensaciones. Estas, sin embargo, no se están trasladando a un césped en el que, ahora mismo, la Real vuela. Otra cuestión de inercias. Los de Imanol intentarán hoy mantener la suya, incluso incrementarla, a costa de un adversario al que no le sale nada.