miranda de ebro - Jueves. Mediodía. Apenas restan 48 horas para que Anduva reciba al Tenerife en la 13ª jornada de Liga, arrancada ya una fase del campeonato que anuncia la llegada del frío. En Miranda de Ebro, sin embargo, no hace falta mirar al calendario para apreciar la necesidad de abrigarse. Jon Guridi y Martín Merquelanz han sido citados a la una en la céntrica tienda del club y acuden puntuales a la entrevista, sin prisas pese a que la hora de comer empieza a apretar. De la cocina de Zubieta, a una rápida bolsa de Chaskys. De la Primera División, a la categoría de plata. De la Real, al Mirandés. Son muchos contrastes que a nuestros protagonistas no les gusta subrayar, porque solo hablan maravillas de su nuevo club, de su nueva casa. Volver a vestir la txuri-urdin exige rendir. Y hacerlo es más fácil desde una mentalidad positiva. El domingo su equipo ganó 1-2 en Zaragoza, con una asistencia por cabeza.
El lector ve su foto en el periódico y se pregunta de inmediato qué tal les va en el Mirandés. Denme el titular de la entrevista con su primera respuesta: “Estamos...”.
-Martín Merquelanz: Estamos disfrutando. Yo estoy disfrutando del fútbol, en lo individual y en lo colectivo.
¿De acuerdo?
-Jon Guridi: Matizaría que hasta hace un par de semanas también ha tocado sufrir un poco, mirando a la clasificación. Los resultados en el comienzo de la Liga no fueron especialmente buenos. Pero ahora hemos encadenado dos victorias y las cosas han cambiado. Así que sí. Estamos disfrutando.
Explíquenme por qué.
-M.M.: Porque las sensaciones sobre el césped están siendo muy buenas, independientemente del marcador. Cuando tenemos la posesión, algo que siempre buscamos, vemos que hacemos daño a los rivales, que creamos peligro. A mí me gusta mucho la propuesta del míster.
Les entrena Andoni Iraola, el exjugador del Athletic.
-J.G.: Empezamos la temporada corriendo más riesgos en la salida de balón. Hasta que el partido de Santander contra el Racing se convirtió, en cierto modo, en un punto de inflexión. Perdimos 4-0, y dos goles llegaron tras pérdidas en situaciones comprometidas. Desde entonces también golpeamos en largo para empezar los ataques e intentar jugar luego en campo rival.
-M.M.: No deja de ser un matiz. La idea siempre ha consistido en tener el balón. Trabajamos para ello desde la pretemporada y ahora seguimos intentándolo. Pero lo que no somos es tontos. Hubo situaciones que se nos empezaron a complicar y que nos llevaron a encajar algunos goles. La solución ha consistido en iniciar de forma más directa y, una vez que nos hacemos con la posesión en zonas más avanzadas, en combinar como lo veníamos haciendo. Me gusta mucho lo que propone el entrenador y cómo nos hemos adaptado a las circunstancias
Los dos están siendo titulares. ¿Jugando dónde?
-J.G.: Yo en el mismo sitio de siempre, en el centro del campo. Digamos que en una segunda altura.
-M.M.: A mí me ha tocado cambiar más. Soy zurdo y, por regla general, juego en la izquierda, mi demarcación habitual. Pero también he tenido minutos en el centro e incluso en la banda derecha.
No le recuerdo muchas actuaciones en el Sanse alejado de su banda natural.
-M.M.: Bueno, se trata de ir adaptándote y de incorporar nuevos registros a tu juego. Jugando por la izquierda te centras en desbordar y centrar. Ahora, cuando he tenido la opción de jugar como mediapunta o como extremo diestro, he podido asociarme más con mis compañeros y tener una mayor participación en las jugadas. ¿Si me siento cómodo? Sí. Mientras pueda estar sobre el terreno de juego, me da igual haciendo qué.
Todo lo que me cuentan es positivo. ¿Sienten que han recalado en el destino perfecto para una cesión?
-J.G.: Yo llegué aquí antes que Martín, en enero. Tuve muchos minutos. Ascendimos a Segunda. Y desde un primer momento entendí que continuar en el Mirandés era una buena opción. Conocía la casa y sabía que, en cierta medida, este club tiene sus similitudes con la Real, porque lo integra gente humilde y trabajadora.
-M.M.: En mi caso, estos son los primeros meses que paso en Miranda. En cuanto surgió la oportunidad de venir, miré a ella con muy buenos ojos: en Segunda División, cerca de casa... Tenía claro que, tras dos años parado, la prioridad era competir. Y sabía que en la Real iba a resultar complicado tener continuidad. Aposté por venir y estoy convencido de que, haciéndolo, tomé la mejor decisión posible.
Tengo delante cuatro rodillas y tres de ellas han pasado lo suyo. ¿Qué tal sus lesiones?
-J.G.: La mía, olvidada.
¿Qué tuvo exactamente?
-J.G.: Fue un problema de cartílago. Tenía tres trocitos desprendidos dentro de la rodilla, y la articulación se me bloqueaba. Los tuvieron que sacar de ahí, y la verdad es que me ha costado darle la vuelta. Incluso durante la pasada temporada, aquí en Miranda, terminaba los partidos con bastantes molestias. Este año, en cambio, va todo perfectamente. Empecé a trabajar con una nutricionista, y desde entonces no tengo problemas.
Martín, ¿qué hay de sus operaciones en ambos cruzados?
-M.M: Olvidadas también. Ya después de la primera me sentí bien, sin miedos ni molestias colaterales. Pero tuve la mala fortuna de caer otra vez, en la otra pierna. Las sensaciones actuales son las mismas: ni salgo al campo pensando en la articulación, ni me duele, ni se me hincha...
-J.G.: Es que ahora ya te has quedado equilibrado, con las dos rodillas igual (risas).
-M.M.: Claro, una lesión ha compensado la otra (risas).
Ahí está la clave de que haya marcado cuatro dianas ya esta temporada, ¿no?
-M.M.: Eso es, eso es.
Juraría que la que le anotó al Fuenlabrada hace quince días la hizo sin querer. ¿O fue un golazo?
-M.M.: No lo sé. Puede que fuera un centro. Y puede que fuera un disparo (risas).
-J.G.: Oye, que yo también fui importante en ese gol, ¿eh?
¿Y eso?
-J.G.: El balón de Martín entró directamente. Pero yo despisté al portero, porque casi consigo rematar. Solo me faltó un pelo.
-M.M.: Pero literalmente además. Solo te faltó un pelo. Si llevaras mi peinado, el gol sería tuyo (risas).
Entiendo lógico que se lleven tan bien. Son muchos años compartiendo vestuario en Zubieta... ¿Qué ha ocurrido con su famosa generación de 1995?
-J.G.: Es cierto que dimos muchas alegrías al club. Competimos en aquella primera edición de la Youth League, estuvimos a punto de ganar una Copa de Campeones... Ahora en el primer equipo solo queda Luca Sangalli. Y Andoni Gorosabel, que estaba en aquella plantilla aunque es un año menor.
¿Mantienen contacto con los Odriozola, Bautista, Capilla, Ugarte y compañía?
-M.M.: Al final, todos nos hemos encontrado situaciones distintas. Esto te condiciona la carrera. Y también el contacto posterior. Unos van cambiando de teléfono, otros salen antes de la Real... Poco a poco, pierdes esa relación casi diaria que podíamos tener antes. Pero si nos vemos es como si no hubiera pasado el tiempo. El ambiente en aquel equipo era fenomenal.
Ustedes dos, como Bautista, tienen contrato con la Real para la campaña 2020-21...
-J.G.: Está claro que uno nunca puede relajarse y que hay que trabajar a tope, sin descanso. Pero eso que comentas del contrato te da también cierta tranquilidad a la hora de intentar hacer bien las cosas.
-M.M.: Yo siempre he dicho que ahora mismo me viene bien estar cedido fuera de la Real, pero que el objetivo final es regresar y ganarme un puesto allí. Para conseguirlo debo estar a la altura de mis compañeros en el Mirandés, disfrutar de minutos y competir con continuidad.
-J.G.: Esa es mi idea también. Hacer una buena temporada, volver a Zubieta en pretemporada e intentar quedarme.
Hacer las cosas bien y ganarse un sitio en el vestuario txuri-urdin pasa por...
-J.G.: Los objetivos personales no están reñidos con los colectivos. De hecho, van de la mano. Así que en lo primero que tenemos que pensar es en hacer una buena campaña con el equipo, con el Mirandés. ¿Una meta? Venimos de Segunda B, así que se trata de lograr la permanencia.
-M.M.: Coincido con Jon. El objetivo es mantenernos en Segunda. Si enganchamos una muy buena racha y nos vemos arriba, pelearemos por obtener la mejor clasificación posible. Pero tampoco vamos a pasarnos ahora con el listón por haber ganado dos partidos seguidos.
Solo habían logrado una victoria en las diez primeras jornadas.
-M.M.: Claro, es que es eso. No nos pusimos nerviosos, porque estábamos trabajando bien. Y estos últimos resultados así lo han corroborado. Pero también somos conscientes de que, en Segunda División, la mayoría de los partidos se deciden en función de detalles.
-J.G.: Se trata de un tópico. Pero luego conoces la categoría y te das cuenta de que se ajusta a la realidad. La igualdad es máxima y cualquier racha, buena o mala, te hace subir o bajar muchos puestos en la clasificación.
A quien de momento dejamos tal cual en la tabla es a la Real, ¿no?
-J.G.: Buff... Van como tiros.
¿Han conocido ya el nuevo Anoeta?
-J.G.: Todavía no. Solo he estado con un fondo terminado.
-M.M.: Yo sí. Fui el día del Getafe.
Pues no repita visita...
-M.M.: Hice de gafe, ¿verdad? (risas) No bromeo ya si te digo que salí del estadio con buenas sensaciones, pese a la derrota. El equipo me transmitió muchas cosas positivas. Y el ambiente fue espectacular. Todo ayuda para jugar bien y mirar hacia arriba.