“Mi corazón ha hablado”

donostia - La Real anunció ayer la renovación de David Zurutuza por una temporada más. Se acaba así con uno de los capítulos sobre la planificación futura que más expectación estaba despertando entre los aficionados al ser el único superviviente del ascenso. Después de meses de reflexión, el pelirrojo se sintió como un nuevo fichaje cuando posó con la bufanda txuri-urdin junto a un Jokin Aperribay que parecía un niño con zapatos nuevos. “Me siento feliz y seguro de seguir un año más. Estoy ilusionado, tengo mucha fuerza, llevo muchos años aquí y ahora entiendo muchas cosas. Estoy totalmente convencido de lo que hago y muy esperanzado de lo que estamos construyendo. Se está levantando una Real de futuro, y los chavales que vienen de abajo son muy buenos. Estamos compartiendo algo muy bonito, y quiero poner mi granito de arena. Además de lo futbolístico espero poder transmitir todo lo que me han enseñado. Tengo un año más y lo veo con más poso. Quiero agradecer a Jokin todos estos años. Es una decisión muy importante que había que valorar bien, y también quiero agradecer a los aficionados que me han apoyado y a todos los trabajadores que estamos ahí diariamente y a ese circulo familiar y de amigos”.

La mayoría del entorno ya se temía lo peor: “Tenía muchas dudas, me planteaba todo. Pero en el corazón lo tenía claro. Esa es mi decisión. Me gusta lo que plantea el míster, lo que estamos creando, me he sentido muy importante este año y entiendo todo mucho mejor: el fútbol, a los chavales, el estar en el día a día atento a todo... y atendiendo a eso, el corazón ha hablado”.

El club confía en su experiencia, pero él quiere, sobre todo, hablar en el verde: “Soy competitivo y aún notaba que lo era, y necesitaba sentir eso. En el campo claro que soy competitivo y quería seguir siéndolo, y por eso mi decisión ha sido seguir un año más”.

Como es lógico, se ha visto fuera en todo este tiempo: “Me he planteado muchas cosas. El abanico era muy amplio, no me cerraba en nada. Cuando llevas muchos años aquí también pesa. Son muchos años de la rutina, el seguir... y a veces te pasa por la cabeza cambiar de aires. Aún tengo mucha fuerza e ilusión en el día a día. Entreno a tope y me quedo con eso”. Incluso sopesaba la posibilidad de retirarse: “Las opciones eran muy variadas. La idea es retirarme aquí con la mejor sensación. Me podía ir con un recuerdo muy bueno de todo lo que he hecho y dejado, pero también me veía en muchos sitios, incluso dejándolo, pero como he disfrutado tanto de todo decidí quedarme”.

No ha rechazado propuestas en firme ni tampoco tenía claras las posibles alternativas: “No ha habido nada claro. Externamente no ha habido nada sobre la mesa y tampoco me planteaba buscar algo excepcional. Era buscar algo diferente, nada más, plantearme el fútbol con otra filosofía el año que viene, pero me queda mucho fútbol, fuerza e ilusión y me veo muy competitivo”.

El clamor de la calle también ha sido clave: “La gente me ha ido preguntando y lo agradezco mucho. Habrá otros que quieran que no siga, pero no quería sentirme influenciado por algo externo. Era un sentimiento que tenía yo y algo que quería decidir yo”.

Los compañeros han respetado mucho su espacio para no agobiarle: “Siempre dejando algún comentario, pero al final no me influenciaba lo de fuera sino hacerlo, y darme cuenta de lo que yo quería. Me planteaba todos los escenarios y me veía bien, pero he elegido esto y es lo mejor que puedo hacer”. Imanol ha tenido, en cambio, más peso: “Ha sido una baza importante, porque en el día a día yo necesito entrenar a tope, llegar al partido entrenado y exigido técnica y mentalmente, e Imanol es un entrenador que me da eso. Para mí sí ha influido”.

Zurutuza reconoció que había tomado la decisión tras lesionarse: “Sí, porque, aparte de que no tenía nada claro, me sentí agobiado. Fue un golpe, pero a los días vas reordenando las ideas y me ha venido bien soltarlo porque se me estaba alargando la cosa”. Y se mostró confiado respecto a su último año: “Lo de ahora es algo puntual y ya estoy pensando en volver lo antes posible. Quedan partidos y competición, y vamos a ganar partidos. Miedo el año que viene a las lesiones no tengo, pero por eso sigo un año más, porque me veo con fuerzas en las piernas y físicamente estoy muy bien, en ese aspecto estoy tranquilo. Esto es fútbol y aquí todos nos lesionamos, no hay otra historia”.

El capitán visualiza un final bucólico para su último curso: “Me encantaría irme por la puerta grande, que sería entrar en Champions y decir: ya está, ahora os toca. Eso sería jugar un año intenso y saber que va a ser el último para darme cuenta de más cosas. Voy a achuchar a la gente porque va a ser mi último año. Lo voy a vivir así porque voy a estar a tope en todo momento, y estoy muy ilusionado”. Pero ese punto, al término de la próxima campaña, será el final: “A día de hoy quiero tomarlo así y es irreversible. Lo quiero afrontar así y a tope. Cuando te dan una caducidad lo vives de otra manera”.