Donostia - No faltaron las camisetas del Eibar en Anoeta. Sobre el césped y en el graderío. Pero sí que se echó en falta una afluencia masiva de seguidores armeros en el estadio donostiarra. No es que la hinchada visitante prefiriera quedarse en casa. Ocurrió que las obras de reforma en el recinto han reducido su aforo esta campaña y que la Real no puede vender localidades a otros clubes. Por eso los cánticos fueron txuri-urdin casi en exclusiva. ¿Lo mejor? Que la próxima temporada encontrarán réplica. Porque el derbi guipuzcoano vivirá entonces una nueva edición.
Muy mal se le tendrían que dar las cosas a ambos conjuntos en las seis jornadas que faltan para que alguno perdiera la categoría. Y quizás encontramos ahí otro factor que restó picante a un duelo cuyo ambiente, en cualquier caso, no se quedó corto. Más de 24.000 espectadores asistieron en Anoeta. Y durante toda la previa pudieron verse en el centro de Donostia camisetas de ambos equipos. Lo del próximo curso seguro que lo supera. En la 2019-20, con ambos estadios ya modernizados, a la última, la atmósfera futbolística del entorno redondeará la fiesta. - N.G.