donostia - No hay derbis descafeinados. Y menos aún con siete jornadas de Liga por delante. El campeonato apunta a deparar, para Real y Eibar, un epílogo sin objetivos de calado. Parece difícil que a los txuri-urdin o a los armeros les alcance ya para pugnar por un billete europeo. Lo que tienen, mientras, se antoja suficiente para no sufrir, por mucho que aprieten los de abajo. Y, sin embargo, ambos equipos se juegan mucho esta tarde en Anoeta. A las pruebas de la pasada temporada cabe remitirse. Mendilibar lleva un par de años repitiendo hasta la saciedad, alcanzada esta fase del curso, que no es lo mismo ser noveno que decimocuarto. A Imanol Alguacil no hace falta que se lo explique, porque el oriotarra consiguió hace justo doce meses la meta que entonces se le planteó: terminar bien y generar un estado de ánimo positivo de cara al verano. Si a este último factor le añadimos que la supremacía guipuzcoana del torneo está en liza, vemos en el duelo territorial de hoy una cita con alicientes interesantes.

bajas El partido está irremediablemente marcada por las numerosas ausencias con las que lo afrontan ambos equipos. La Real no puede contar con los lesionados Héctor Moreno, Kevin Rodrigues, Asier Illarramendi, David Zurutuza y Adnan Januzaj. Martín Merquelanz, por su parte, no integra la nómina de bajas médicas, pero se recupera aún de una larga convalecencia que le dejó sin ritmo competitivo. Y también apunta a perdérselo Willian José, pendiente aún del TAD y de una improbable suspensión cautelar de su sanción, producto de la tarjeta roja que vio en Balaídos. El Eibar, por su parte, no va a la zaga a los txuri-urdin en cuanto a futbolistas que no van a poder ser de la partida. Pedro Bigas, Iván Ramis, Rubén Peña, Anaitz Arbilla, Pape Diop y Jordi Calavera, todos lesionados, asistirán hoy al derbi desde el graderío de Anoeta. El conjunto armero no cuenta con jugadores sancionados en su plantel.

filiales presentes A Imanol y a Mendilibar no les ha quedado otra. El Sanse y el Vitoria, sus filiales, compiten cada fin de semana en Segunda B, y cuentan con futbolistas susceptibles de completar sus respectivas convocatorias. Se trata de una circunstancia más habitual en la Real, que tira de potrillos semana sí y semana también, y que en esta ocasión ha incluido a tres en la convocatoria. Uno ya es todo un clásico, Aihen Muñoz. Otro lleva camino de resultarlo, el jovencísimo Ander Barrenetxea. Y el tercero debutar en una lista si se confirma la ausencia de Willian: es Zouridine Thior, un extremo oriotarra de origen senegalés que pertenece a la prolífica generación de 1997 y que está completando una notable campaña con el segundo equipo. En la convocatoria azulgrana, mientras, ha habido que recurrir a dos jugadores del citado Vitoria para alcanzar la cifra de 18 citados. Los elegidos por el de Zaldibar han sido Kaiser (defensa central) y Miguel Marí (mediocentro).

alineaciones Vaticinar los planes de ambos técnicos para el derbi, en lo que se refiere a las alineaciones iniciales, no se antoja excesivamente complicado. Hay dudas y alternativas posibles en ambos onces, pero ninguna de las incógnitas afecta a factores especialmente trascendentales. En la Real, por ejemplo, Aritz, Navas y Llorente se disputarían las dos plazas del eje de la zaga. Sangalli y Pardo pugnan por una de las tres posiciones del centro del campo. Y quizás donde más alternativas tiene Imanol es en la delantera: Oyarzabal es fijo y tendrá en el ataque dos acompañantes, con Bautista, Juanmi, Sandro y Ander Barrenetxea como candidatos. No es descartable que opte por el chaval. En cuanto al Eibar, Mendilibar no va a renunciar a su clásico 4-4-2, y tampoco parece que vaya a modificar su habitual política de alineaciones, mediante la que da siempre prioridad a los jugadores de la primera plantilla, por mucho que esto implique un delicado baile de demarcaciones. De Blasis va a tener que jugar de lateral diestro. Y Sergio Álvarez, de central junto a Oliveira. El resto del equipo lo formarán futbolistas muy susceptibles de integrar cualquier once armero, por mucho que arrecien las bajas a la hora de confeccionar este.

partido abierto Todo ello, en cuanto a nombres propios. ¿Y qué hay de los planteamientos? En este sentido no va a haber sorpresas. El Eibar lleva temporadas jugando a lo mismo. Presiona muy arriba. Busca instalarse en campo rival. Y ataca de forma vertical y directa, utilizando las bandas para avanzar y enviar centros constantes al área. A esta idea la Real va a contraponer su habitual juego combinativo, conscientes los txuri-urdin de dos circunstancias. La primera dice que su propuesta va a implicar situaciones de mucho riesgo en la salida de balón. La segunda, que si superan la primera línea azulgrana van a encontrar muchos espacios que explotar a la espalda de la zaga visitante. En definitiva, ambos equipos apuntan a lanzarse, cada cual a su manera, a la yugular del adversario. Y esto suele propiciar partidos muy vistosos, aptos para que el espectador los disfrute. Que así sea. Y que la temporada que viene volvamos a verlo. Tiene toda la pinta de que así será. Buena señal.