Resulta habitual comentar sobre el entrenador de turno que “se le veía madera de técnico cuando era futbolista”. Preguntado al respecto en el caso de Imanol, Alberto no rebobina tanto en el tiempo. “¿Sabes lo que pasa? Que hice el curso entero con él, en Madrid. Convivimos y completamos a la vez los tres grados. Así que la principal referencia que me viene a la cabeza es esa. Y te puedo decir que su preparación para ser técnico fue fenomenal. A partir de ahí, empezó su carrera y muchas veces las circunstancias y los momentos mandan. Ahora es el entrenador de la Real”.

El exportero irundarra estima que el trabajo de Imanol en la Real, “tanto en esta segunda etapa como en la primera, está siendo fantástico”. Del oriotarra se tienden a destacar su intensidad, su vehemencia en el banquillo, o sus arengas en Zubieta. Pero, si bien Alberto puntualiza que “estas eran características que ya reunía como jugador”, subraya también que “hoy en día nadie da un banquillo de Primera División a alguien que pasaba por allí”. “Creo que está bastante claro que su labor es positiva, y que está preparado para ocupar el cargo que ocupa”, agrega.

A la hora de describir a la Real del oriotarra, Alberto López habla de un equipo con sello de entrenador. “En las dos veces que ha llegado al banquillo sustituyendo a otro técnico ha conseguido que enseguida se viera sobre el campo cuáles son sus intenciones, y eso dice mucho de él”. Según el irundarra, Imanol apuesta “claramente por una escuadra dominadora del juego, que trate de imprimir su ritmo a los partidos”. “Mantiene casi siempre un 4-3-3 con jugadores rápidos, técnicos y dinámicos arriba, incluyendo a un delantero centro que baja a menudo a recibir para generar espacios a su espalda. Creo que el sello del entrenador en esta Real es muy evidente”, repite.

Y en cuanto a las carencias blanquiazules, Alberto pone el foco sobre unas prestaciones defensivas que no están siendo las mejores. Eso sí, no las achaca directamente a su excompañero. “Para empezar, hablamos de un problema que viene de bastante lejos, y que afecta a la Real desde hace tiempo ya. Y, por otra parte, hay que decir también que determinadas circunstancias escapan al entrenador. El técnico no tiene la culpa de que, por ejemplo, se produzcan despistes individuales sobre el campo”. - M.R.