Síguenos en redes sociales:

“Esto es un derbi con todas las letras”

Navas es una de las voces más autorizadas para hablar del derbi. Evita considerar un milagro lo del Eibar, al que está agradecido, y reconoce que la Real le ha conquistado

“Esto es un derbi con todas las letras”Ruben Plaza

-Estamos un poco jodidos porque estábamos a un paso de meternos arriba, pero hay puntos en juego todavía y el equipo sigue ilusionado por pelear con entrar en Europa.

¿Todavía es posible?

-Sí. Quedan 21 puntos en juego y lo tenemos a seis. Mientras haya puntos, el equipo va a pelear hasta el final por intentar conseguir el objetivo.

Se planteaban el partido de Vigo como una final, ¿no?

-Sabíamos que era un partido que no nos iban a poner fácil, por lo que se jugaban. Vimos que en la primera parte estábamos muy a gusto y el equipo se encontró genial. Y la segunda fue un giro dramático, pero bueno, ya ha pasado el partido y tenemos que pensar en el Eibar.

¿Cómo fue la jugada del gol del empate del Celta, nada más empezar la segunda mitad?

-Fue un saque de banda que peina Maxi y yo veo que llega el balón, pero, no sé si por el viento o por qué mido mal, me como ese balón y Aspas anda rápido y listo, y encara a Rulli y le marca.

Curiosa la situación porque usted estaba pegado a la banda derecha.

-Sí, era un saque de banda en el que basculamos bastante y al final son situaciones que se dan en todos los partidos. Pero ya ha pasado y toca pensar en el Eibar.

Imanol les diría que sacaran poniendo un balón en largo. Y en 30 segundos pasaron de sacar del centro a recibir un gol.

-Sí, esa era la intención, pero el balón se quedó en el aire. Y después ocurrió lo del saque de banda.

Fue una pena... porque se adelantaron de nuevo y unas veces por una lesión, otras por el viento..., pero terminan perdiendo.

-Sí, parece que todo se vuelve en nuestra contra. El momento que estamos viviendo ahora no es bueno y cualquier cosilla se nos vuelve en contra.

Es verdad que la Real ha demostrado en partidos un buen nivel, pero le cuesta mantener una regularidad.

-En los partidos proponemos nuestra versión de juego con el balón, pero siempre hay 15 o 20 minutos que nos condenan. Pero no solo nos pasa a nosotros. A todos los equipos les cuesta una misma condición de juego... Pero a nosotros sí nos suele pasar factura.

El mensaje de Imanol también se refiere a los momentos y a que es imposible mantener la presión arriba los 90 minutos. ¿Pero después del partido qué les dice?

-El míster es súper optimista. Y nos dice que mientras haya puntos vamos a pelearlos. Nos quiere inculcar ese espíritu y nosotros lo aceptamos y lo acogemos con muchas ganas.

¿Y a la afición cómo se le puede convencer?

-Es muy difícil. Al final no estamos siendo regulares, sobre todo en casa. No está siendo nuestro mejor año y lo único que podemos decirle es que vamos a dejarnos todo hasta el final para conseguir el objetivo.

Quedan siete partidos. Pero el primero lo considero de alto riesgo porque viene el Eibar...

-El enemigo es cualquier club al que te enfrentes. Hace años el Eibar era un club convenido de la Real y ahora es un rival directo. Con lo cual son tres puntos también. Es un equipo que nunca se da por vencido y es un adversario, por tanto, peligroso.

¿Les preocupa que la tensión del derbi se pueda volver en su contra?

-No nos preocupa. Nos tomamos todos los partidos como importantísimos. Y el Eibar no es menos.

El Eibar quizás sea el equipo más incómodo en este tipo de situaciones. Cuando necesitas ganar que te venga el Eibar no es precisamente la mejor solución.

-Pues no. Hay equipos que pueden tener 20 minutos malos, como he comentado antes, pero el Eibar, aunque tenga esos 20 minutos malos y parezcan que no están, sí lo están y salen al 120%.

¿Reconoce todavía al Eibar o ya ha cambiado demasiado?

-Es cierto que en la época en la que yo estuve había otro entrenador y otros jugadores. Y ahora con Mendilibar tiene otra imagen y es un equipo complicado. Es uno de los equipos que más balones recupera en campo rival, de los que más centros hace y no nos lo va a poner fácil.

Eso que dicen del milagro del Eibar... ¿A usted qué le parece?

-Yo creo que no es milagro desde hace ya tiempo. Milagro es cuando no llegas a portería y metes gol. Pero un equipo que pelea lo que pelea el Eibar no es milagro, sino que es trabajo.

Y cada año juegan un poco mejor aún. Ahora es una versión mejorada.

-Año tras año, cada club intenta mejorar y el Eibar lo está consiguiendo.

Usted que ha jugado en ambos bandos, ¿se vive muy diferente un derbi guipuzcoano en la Real que en el Eibar?

-Yo jugué el Eibar-Real -1-0, con gol de Javi Lara-, pero no en Anoeta porque estaba sancionado. Jugué en Ipurua, en el primer partido del Eibar en Primera. Y se dieron todos los condicionantes para que fuera una caldera.

¿Y aquí se respira ambiente de derbi? ¿Se tienen ganas especiales al Eibar?

-Es un derbi con todas sus letras; no es que sea un derbi de provincia. Aunque no se hable mucho, los jugadores les tienen ganas a estos derbis.

En el duelo de la primera vuelta la Real perdió por un gol en el último minuto.

-Fue un partido en el que pudimos llevarnos un punto. Ellos sacan muchos centros, tal y como ya he dicho, y no dan un balón por perdido. Y acabamos muy jodidos.

Antes la relación entre ambos clubes era más estrecha y existía un convenio de colaboración. ¿Esto ha hecho que cambie el ambiente y haya más rivalidad?

-Ahora el Eibar es un club humilde pero grande. Ha llegado ahí por méritos propios. Pero los tres puntos que hay en juego son importantes para los dos equipos y cada uno va a ir a lo suyo para tratar de conseguirlos.

¿En el vestuario se siente la decepción del entorno?

-Sí. Aunque nos evadimos un poco de todo eso porque tenemos la mente puesta absolutamente en el partido, al vestuario sí que le llega el runrún y el malestar de los aficionados. Lo entendemos, pero intentamos que no nos afecte.

¿Y creen que están en deuda con Anoeta después de la temporada que están firmando?

-Es verdad que no hemos tenido un buen año en Anoeta y estos cuatro últimos partidos en casa sería fenomenal saldarlos con una victoria.

Esta serie de una victoria en siete partidos en el momento clave de la campaña ha hecho mucho daño. ¿Esperaban estar luchando codo con codo con el Sevilla y el Valencia?

-Sacar solo una victoria de siete al final te afecta un poco. Pero, como hemos hablado antes, Imanol trata de mantenernos enchufados día tras día. Y los veteranos intentamos que los jóvenes aprendan de esta situación y que nos sirva a todos para el futuro.

En este sentido, ¿el hecho de ser el segundo equipo más joven de la categoría les ha perjudicado?

-Con la veteranía se gana el saber perder tiempo, saber cuándo hacer una falta. Eso sí creo que nos falta, pero se está haciendo un buen proyecto a medio plazo y con la gente joven que hay se van a conseguir cosas bonitas.

Lo de las lesiones esta temporada no es normal, ¿no?

-Creo que esto se ha vivido también en años anteriores. Los médicos, los fisios y los preparadores físicos están mirando el porqué y evaluando los planes de trabajo. Son ellos los que lo tienen que valorar.

Pues Garitano decía que en pretemporada habían variado el plan de trabajo para prevenir las lesiones.

-Lo de prevenir no sé porque yo no la hice. Pero sí escuché a compañeros que fue una pretemporada muy dura.

Siempre ha contado con la confianza de Imanol.

-Tiene muchísima confianza puesta en mí y yo siempre he dicho que es un entrenador que me gusta mucho: su forma de entrenar, cómo vive el fútbol, cómo para él el escudo de la Real está por encima de cualquier cosa, y creo que hay entrenador para un futuro bastante bueno.

¿Ha cambiado mucho Imanol del año pasado a este?

-Sí. El año pasado creo que el cargo fue más impuesto y este año lo ha cogido más con ganas. Aunque ha cogido al equipo a mitad de temporada, no ha sido en la situación del año pasado. Dándole el proyecto desde el principio de temporada puede hacer cosas bastante buenas.

¿Se siente titular en esta Real?

-Titular no porque somos 24 compañeros. Pero en cada entrenamiento lo dejo todo y en los partidos también. Por trabajo no es.

¿Las lesiones han interrumpido su progresión durante su carrera?

-Las lesiones que he tenido no han sido de corta duración, siempre han sido largas, bien hayan sido por traumatismos o por otras cosas. Con muchas lesiones te pierdes dos o tres meses, pero en mi caso hasta han sido más. Pero estoy intentando cambiar el tema de la alimentación y el trabajo para que varíe la cosa.

¿No se volverá vegano o una cosa de esas?

-Comer mejor sí, pero vegano no. El chuletón está muy bueno.

¿Sus mejores años se los ha dado a la Real?

-Sí, yo creo que con la Real he crecido. Espero seguir creciendo yo y ver crecer a la Real porque cuando me vaya quiero ver a la Real con un futuro bonito. Vienen apretando muchos chavales y los más veteranos tenemos que dejar una huella muy profesional.

Usted ha sido un defensa de explosión tardía.

-Yo llegué a la Real con 26 años. No he tenido un camino fácil y creo que eso me ha hecho ser la persona que soy hoy. Cuando llegas con menos de 20 años los pajaritos los tienes un poco más sueltos. Pero yo siempre he tenido los pies en el suelo.

¿Con la edad ha aprendido a interpretar mejor el juego y a medir los riesgos?

-Cuando eres joven no aprecias tus errores. Y cuando eres mayor los vas puliendo. Sabes cuándo fallas y tus debilidades y cómo no mostrarlas.

El central más valorado en el mercado es el zurdo. El siguiente el diestro que puede jugar también en el lado izquierdo. Usted ha demostrado que puede hacerlo porque juega casi más en la izquierda que en la derecha.

-Aunque sea diestro, durante mi carrera prácticamente he jugado siempre en la izquierda.

¿Por qué?

-Porque desde pequeñito le he dado al balón con las dos piernas y ahora es cuando más le estoy dando, así que casi me considero más zurdo. Pero es verdad que el único año que he jugado por la derecha ha sido con Iñigo Martínez.

Después de lo que pasó en Eibar, llegar a la Real fue como un sueño, ¿no? Además, llegó a jugar con el equipo de la AFE. ¿Era como su última oportunidad?

-Al Eibar le tengo que agradecer mucho esa llamada el 30 de agosto cuando se cumplía el plazo del mercado. Y después el paso a la Real fue el paso al fútbol profesional en ese momento.

¿Cómo fue su experiencia en el equipo de la AFE?

-Eran unas jornadas al principio de julio en el extranjero. Había jugadores de Segunda B y Segunda muy buenos y decíamos que se podía sacar un equipo para Segunda muy bueno. Fue una experiencia muy buena y tengo buenos amigos de ese grupo.

¿Llegó a estar preocupado?

-Estaba muy tranquilo porque a mí el fútbol me daba diversión. Ese mismo año no encontraba equipo y estaba entrenando con un equipo de Sevilla de Tercera. Cuando me llamó mi representante para ir a Eibar, al principio le dije que no, que me quedaba en Sevilla jugando con los amigos, porque estuve con un amigo en Eibar un fin de semana y me cogió el peor día porque no paraba de llover... A las dos horas, hablé más tranquilo con mi agente y al día siguiente decidimos aceptar.

Su equipo siempre ha sido el Sevilla, pero ahora ya será un txuri-urdin más.

-Yo lo comparo con el amor de tu madre y el de tu novia. El Sevilla es como el amor de una madre, pero llega la novia, la Real, y es ahora mismo con la que comparto la vida.

¿Tiene la espina clavada por no jugar en el Sevilla?

-Sí que me hubiera gustado. Es la ilusión de pequeño si estás en el equipo que amas. Ahora ya no me planteo volver a Sevilla porque estoy muy a gusto aquí. La gente aquí es súper respetuosa y el fútbol en Sevilla se vive de otra manera y es más complicado.

Le llamarán vasco allí.

-Sí, en la cuadrilla de mis amigos de allí soy “el vasco”.

¿Hubo posibilidades de volver a Sevilla el verano pasado?

-Sí se escuchó algo... Pero nada.

¿El tema de su renovación cómo está?

-Ahora mismo está todo parado. No es el momento de hablar de eso. Es mejor estar centrado en el fútbol y ya habrá momento para hacerlo.

¿Pero va todo bien?

-Sí, se habló. Teníamos incluso una propuesta por parte del club, pero llegó una mala racha y no creo que sea momento de hacer nada.

Se esperan muchos cambios el año que viene.

-Sé que viene un chaval francés. Pero todo lo que sea para mejorar, bienvenido sea.

Le Normand también está llamando a la puerta.

-Siempre he dicho que es un central con mucho futuro. Viene apretando fuerte y si la Real y él quieren, va a haber central para rato.

¿Le sorprende el interés por Diego Llorente, su internacionalidad, lo rápido que le va todo...?

-Es verdad que este año ha dado un nivel excelente. Está capacitado para estar en la selección y seguir en la Real. Y si viene un club grande a por él, creo que la Real poco podría hacer.

¿Y de Héctor Moreno qué me dice?

-Le estoy muy agradecido por cómo está llevando el tema de que no juegue. A mi juicio, ha sido el que mejor ha estado en los momentos que ha jugado. Y ahora está asumiendo bien el rol de no jugar y se lo agradezco porque no es fácil asumir esa situación.

Y Aritz es su mejor amigo de todos ellos.

-Sí, con Aritz tengo una relación magnífica. Es el vasco más andaluz que hay. Siempre está de broma. Es un central muy bueno. Y es una persona que vive la Real de corazón.

¿Se ve muchos años vistiendo la camiseta de la Real?

-De momento, tengo el año que viene. Y Roberto y el presidente ya me dirán lo que quieren hacer.

Un deseo a nivel individual en lo que le queda de carrera. Y otro con la Real.

-A corto plazo, lograr los 21 puntos. Si los conseguimos, nos metemos en Europa. Y a largo plazo, conseguir un título con la Real. Para mí, sería muy bonito. Y como he dicho antes, ahora que soy veterano, intentar meter a los jóvenes en un proyecto que haga a la Real grande a medio plazo.