Donostia - La remodelación de Anoeta está dando resultado, por el momento. La afición txuri-urdin ha respondido en lo que llevamos de temporada y la asistencia al estadio donostiarra ha crecido de forma notoria con respecto a la campaña pasada. La media de espectadores en los once partidos de la primera vuelta, nueve de la competición liguera y dos de la Copa del Rey, es de 21.898, alrededor de 2.500 más que el promedio del curso 2017/18 (19.334, teniendo en cuenta las tres competiciones, Liga, Copa y Europea League), aunque ya en pleno proceso de reforma del campo y con el aforo limitado, y cerca de 600 más que el del anterior ejercicio (21.311). En lo que concierne exclusivamente al torneo liguero, el promedio aumenta hasta los 22.050 espectadores. También es cierto que el número de espectadores en los campos de la Liga ha aumentado casi un 8% con respecto al curso pasado a estas alturas.
Aunque el crecimiento en Anoeta tampoco es que haya sido desorbitado, cabe reseñar que la capacidad en el presente ejercicio también está limitada a unos 28.000 espectadores, ya que se cuenta con un fondo menos -el norte-. Por este motivo y, pese a los problemáticos horarios que afectan al seguidor de la Real -solo cuatro de los once partidos se han disputado en sábado o domingo-, el incremento puede darse por bueno. En cualquier caso, la ocupación media es del 78,20%.
Teniendo en cuenta que la cifra de socios es de 29.756, un buen número de abonados no cuenta con una localidad fija y no están atendidos. En la última Junta General de Accionistas se detalló que los socios del club se dividen en 26.338 abonos individuales y 3.237 corporativos -empresas y asociaciones ligadas al club guipuzcoano-, de los cuales 1.080 corporativos se encuentran sin localidad fija debido a que el aforo está limitado a los 28.000 asientos mencionados. Esta situación provocó que en los partidos de máximo interés, como ante el Barcelona, los compromisos de la entidad blanquiazul impidieran que se pusieran entradas a disposición del público. Una tónica que se ha repetido en varios choques del presente ejercicio.
Cabe reseñar también que la entidad txuri-urdin ha superado ya su récord histórico de abonados, que alcanzó los 27.888 en 2003, año del subcampeonato liguero, aunque entonces no existía la figura de los socios corporativos. Y la cifra actual de 29.575 será mayor cuando se incremente el aforo del campo, porque la lista de espera para vincularse al club es de 734 aficionados.
Trayectoria La asistencia media de esta temporada no la había experimentado el campo realista desde hace cinco años, cuando en la campaña 2013/14, con el equipo blanquiazul disputando la Champions, el promedio fue de 23.739 espectadores. Aunque desde el último ascenso a Primera División, el tope es el que se produjo el primer año (2010/11), con 24.567. Todos estos datos se toman ciñéndonos a todas las competiciones (si se tiene en cuenta solo la Liga, la media es algo mayor porque en la Copa la asistencia suele ser sensiblemente inferior).
La mejor entrada de la temporada se produjo ante el Barcelona, precisamente en el estreno del nuevo Anoeta. Un total de 26.756 personas asistieron al estadio donostiarra el sábado 15 de septiembre (16.15 horas). Esto quiere decir que quedaron algo más de 1.000 localidades sin ocupar (el 4,5% concretamente).
Sin embargo, en la competición liguera, el encuentro que menos afición congregó en el campo de la capital guipuzcoana fue contra el Espanyol (en la segunda victoria que ha vivido la hinchada realista en casa en Liga, 3-2), que tuvo lugar el pasado lunes 14 de enero (21.00 horas): 17.301 espectadores. El horario del lunes es desolador. Muchos socios y aficionados no pueden acudir al partido con sus hijos, además de que retrae a quienes se tienen que desplazar desde diferentes puntos del territorio.
En los otros dos choques que se celebraron en lunes, se registraron entradas dispares: contra el Girona de Eusebio (0-0) el 22 de octubre, el ambiente fue mucho mayor al registrarse una entrada de 20.997 personas; mientras que ante el Celta (2-1), el 26 de noviembre, la grada acogió a menos de 18.000 personas (17.744).
Aunque los peores datos siempre se dan en la Copa, campeonato que se juega entre semana, en esta ocasión ha sido una excepción. Con el Celta también como rival, la asistencia fue de 21.336 espectadores el miércoles 5 de diciembre (20.30 horas), con victoria para el conjunto realista por 2-0 y el consiguiente pase, por tanto, para los octavos de final. Y anteayer ante el Betis fue de 21.090 en lo que supuso la eliminación copera en los octavos de final. De este modo, los datos se pueden dar por buenos.
Pero con lo que se quieren quedar los dirigentes de la Real es con la subida que ha experimentado la media de asistencia con respecto a las últimas temporadas. Una tónica que se van a empeñar en que siga produciéndose. Sin embargo, para ello tendrán que sacar a la palestra más medidas que animen al aficionado para llenar un estadio cuyo aforo, una vez finalizadas las obras dentro de un año, se acercará a los 40.000 espectadores. Habida cuenta de la ocupación media de este comienzo de curso, la asistencia tendrá que mejorar aún más en el futuro porque de lo contrario el estadio donostiarra registrará un aspecto desolador en muchas ocasiones.
29.575
es el número total de abonados contando los individuales y los corporativos, según el dato ofrecido en la Junta de Accionistas del pasado 11 de diciembre.
26.338
es el número de socios individuales, por lo que el número de corporativos es de 3.237.
1.080
Esta es la cifra de socios corporativos sin localidad fija, dado que el aforo de Anoeta en la actualidad es de unos 28.000 espectadores.
734
son los aficionados que están esperando a que aumente el aforo para hacerse socios, según anunciaron hace un mes.