Amenaza conocida
la real teme un intento a la desesperada del athletic para intentar invertir los 70 millones por la marcha de laporte en iñigo
donostia - Como casi todos los años, la Real no va a tener un cierre de mercado de invierno tranquilo. En esta ocasión por un motivo distinto al de otras ediciones. El pago de la cláusula de Laporte por parte del Manchester City por la disparatada cifra de 70 millones de euros ha provocado que salten las alarmas en Zubieta a la espera de la enésima intromisión de la temida chequera del Athletic. El principal señalado, como es lógico teniendo en cuenta la demarcación del internacional francés, es Iñigo Martínez.
Fuentes consultadas del entorno rojiblanco daban por seguro ayer que el Athletic lanzará una ofensiva para intentar convencer al central txuri-urdin. Las cifras de la misma incluirían los 32 millones de su cláusula, además de unas cantidades similares a las que cobraba de ficha Laporte en San Mamés, que ascendía a 4,5 millones de euros netos por año. Es decir, intentaría cambiar cromo por cromo dos jugadores internacionales por sus respectivos países y de un nivel bastante similar, con un beneficio de 38 millones de euros. En teoría, parece una gran jugada para el Athletic.
El problema para la directiva bilbaina es que le queda poco tiempo para convencer a un futbolista que hasta la fecha ha hecho oídos sordos a sus anteriores acercamientos. El último de ellos, cuando renovó su contrato en abril de 2016; entonces se produjo el primer escarceo de Laporte con el City, que finalmente se quedó en nada, ya que acabó prorrogando su vinculación hasta 2020.
Los gestores de la Real se han mostrado resignados con la forma de actuar del Athletic, siempre a sus espaldas y tratando directamente con jugadores en contrato en vigor con los que, supuestamente, no podrían hacerlo. El mismo Jokin Aperribay reconoció estar tan indignado con el movimiento que hicieron el pasado verano para intentar fichar a Jon Bautista que llamó a su homólogo vizcaino para expresarle su malestar. En esta ocasión tampoco esperan ninguna llamada desde Ibaigane.
La marcha del galo a la Premier sorprendió a la directiva bilbaina, por lo que ayer estaban haciendo un intento a la desesperada para lograr que siguiera hasta el final de campaña, algo que parecía casi imposible, ya que la astronómica propuesta citizen tenía fecha de caducidad y no realizó ninguna aproximación al realista.
Con Iñigo hay que tener en cuenta dos cuestiones. Una, que nunca ha escondido su ambición, motivo por el cual puede estar disgustado porque cuando renovó le prometieron un salto de calidad en el capítulo deportivo que no se ha producido. Y otro, que siempre ha defendido su amor a los colores blanquiazules, actualmente es capitán del equipo y siempre ha ido de la mano con el club, al que le ha ido comunicando cualquier propuesta que le llegaba. No parece sencillo que vaya a aprobar una posible salida por la puerta de atrás al eterno enemigo después de tantos años en Zubieta. Solo quedan seis días.