donostia - La Real afronta un partido trampa ante el Vardar. Después del contundente 0-6 de hace dos semanas en tierras macedonias, a nadie se le escapa que este partido será otra historia. El equipo realista viajó con la incertidumbre de no tener certezas sobre el nivel del adversario, que había cosechado resultados muy malos, como el 0-5 ante el Zenit, y muy buenos, como el 2-0 frente el Fenerbahçe. Después de caer en San Petersburgo, los realistas sabían que estaban obligados a sumar los tres puntos, por lo que salieron con el cuchillo entre los dientes y con una gran mayoría de titulares en su once. El inesperado problema es que apenas encontraron oposición, por lo que pasaron por encima del Vardar sin compasión y como un rodillo.
La vuelta será complicada. Será un partido que comience 0-0 y frente a un visitante que, una vez sepultadas sus opciones de clasificación, llegará sin presiones y con la posibilidad de seguir haciendo historia para el fútbol de su país en la competición. El peor enemigo de los blanquiazules será el exceso de confianza. Por eso se antoja necesario que tengan los pies en el suelo, que se centren en un choque en el que no pueden fallar y que aparquen por unas horas el derbi guipuzcoano a la vuelta de la esquina, que, a priori, es el duelo clave de la semana. Salvo que metan la pata esta noche, claro.
Tomarse en serio el encuentro exige una alineación reconocible. Lo contrario sería cargar de argumentos las esperanzas de los balcánicos. Eusebio es el primero que, por lo visto en su convocatoria, parece hacerlo. Los laterales serán Odriozola y De la Bella, salvo que le dé la primera oportunidad a Gorosabel en Anoeta. Aritz Elustondo e Iñigo Martínez formarán en el eje de la zaga. En el centro del campo se dan por seguras las entradas de Illarra y de Zururuza, tal y como confirmó Eusebio ayer. Más dudas genera su tercer compañero, que apunta a ser Xabi Prieto. En la delantera, salvo que Bautista tenga su primera oportunidad de inicio en casa, Willian José volverá a ser la referencia, con Mikel Oyarzabal y Juanmi en las bandas, a excepción de que intente dar continuidad a Januzaj.
Mientras, el Vardar, que llegó ayer a Donostia y se entrenó por la tarde en Anoeta, se ha marcado como objetivo sumar algún punto en lo que queda de la fase de grupos. Sus jugadores llegan heridos tras el set de hace dos semanas ante su gente y son conscientes de que no hay escaparate mejor que dar la campanada en un campo de la Liga. Su futbolista más destacado y de mayor talento es el brasileño Juan Felipe. Viajan convencidos de que no volverán a ser goleados.