La dirección deportiva necesitó cuatro puntas para dar en la diana

donostia - La dirección deportiva tenía muy claro que en cuanto se asentara tenía que encontrar un delantero centro que fuese un digno sucesor de los Aldridge, Kodro, Kovacevic... En la primera campaña, la 2010-11, incorporaron a Joseba Llorente, que estuvo a buen nivel media temporada hasta que se lesionó de la espalda; Tamudo, que cumplió con siete goles; e Ifrán, que llegó lesionado y apenas jugó. En el siguiente curso, la apuesta ofensiva fue un segundo punta o extremo como Carlos Vela, mientras el recuperado uruguayo no acababa de explotar.

Con las cuentas estabilizadas, comenzó la búsqueda de un nueve puro. El primero en llegar fue Seferovic (tres goles), cuyo fichaje casi amortizó con la diana que marcó en la previa de la Champions. Tenía buenas condiciones, como confirma en el Benfica, pero su carácter era una bomba de relojería.

Después arribó Finnbogason, que dejó mejor recuerdo por su simpatía que por su fútbol. No cuajó ni se adaptó y solo logró dos dianas.

En la 2015-16, se contrató a Jonathas, un buen delantero que tampoco encajó, pese a que acabó anotando siete tantos.

A la cuarta, Loren dio en el clavo con la adquisición de un Willian que ha convencido a todos. - M.R.