donostia - El partido 500 de Xabi Prieto con la camiseta txuri-urdin, el viernes en Anoeta contra el Villarreal, se vio alumbrada por todos los focos habidos y por haber. Pero, a ojos del aficionado, terminó a eso de las diez y diez de la noche, cuando el capitán descendió la escalinata que da acceso a la zona de vestuarios. Lo importante ya estaba hecho, ganar el partido y poner la guinda a la fiesta. Pero los festejos iban a tener larga continuidad en las entrañas del estadio.
“Mis compañeros me han recibido tras el encuentro con las luces apagadas y una ovación. Me han hecho hablar y me he emocionado”, relataba después con la voz entrecortada un Xabi Prieto que había llegado en último lugar al vestuario tras atender a pie de campo a la televisión. “Sabía que iba a tener un homenaje, que había una iniciativa preparada para el minuto diez... Pero hasta que no ocurre todo y lo sientes, no sabes cómo vas a reaccionar. Encima ganamos, marco un gol... Es todo muy bonito”, agregaba el histórico futbolista blanquiazul, quien tuvo la paciencia de atender en la zona mixta, uno por uno, a todos los medios de comunicación que pidieron contar con sus impresiones. Esto demoró el reconocimiento que, ya de madrugada, recibió en el palco del estadio, donde pudo ser felicitado por los socios más veteranos.
“Ha sido muy emocionante, de los días que voy a recordar durante toda mi vida. Ha salido todo a pedir de boca”, repasaba el capitán realista, quien trató de abstraerse durante la semana de todo lo que iba a vivir en Anoeta. “Quería que todo pasara cuanto antes y que al final se hablase de que tenemos seis puntos. Por suerte, eso ha ocurrido, y yo estoy feliz por ello. Tenía miedo de que un día especial para mí se truncase porque el equipo no hiciese un buen partido. Pero todo ha salido bien”, añadía el 10 blanquiazul. “No me siento cómodo cuando soy protagonista. Y tampoco soy de los que dan mucha importancia a los números. Pero esos 500 partidos suponen una cifra a la que pocos han llegado”.
siempre en la real Vivir noches como la del viernes supone para Prieto un privilegio que es a su vez una consecuencia de la fidelidad eterna que ha mostrado a la Real. “Al final, cada uno elige su camino. Nunca he visto la necesidad de tener que salir fuera. Estoy muy contento con la decisión que tomé en su día. Me siento muy querido y respetado por mis compañeros y por los aficionados”, reflexionó el donostiarra sobre una circunstancia que ha visto agudizada durante los últimos tiempos. “Sí que es cierto que me siento más querido que nunca. Siempre me he sentido apreciado pero, ahora que está llegando el final, quizás la gente valore más lo que he hecho”.
La hinchada escenificó todo su cariño hacia Xabi Prieto el viernes durante un partido en que el centrocampista txuri-urdin anotó el 2-0. “Cuando uno marca, no sabe cómo reaccionar. La Real es mi equipo desde pequeño, desde que era socio con cinco o seis años. Siempre he sentido mucho cada gol o cada victoria. Y poder tener influencia en lo que hace mi club es una maravilla”, concluyó el futbolista txuri-urdin en su repaso a una de las noches más especiales de su trayectoria.