Un camino de ida y vuelta

donostia - Real Sociedad y Mirandés comunicaron ayer de forma oficial que Alain Oyarzun volverá a jugar cedido la próxima campaña en el conjunto castellano, una operación que ya había adelantado este periódico. El extremo zurdo irundarra (nacido en septiembre de 1993) ya integró las filas del equipo dirigido por Carlos Terrazas la pasada temporada, tras recalar en las mismas durante el mes de enero, también a préstamo.

Las actuaciones del txuri-urdin en Anduva llamaron la atención de muchos clubes de la categoría de plata, que se han interesado por su situación, pero el jugador ha preferido repetir experiencia, en un entorno que conoce y en el que ha logrado rendir a buen nivel.

En un principio, el ascenso de equipos cercanos en lo geográfico y en lo institucional como Alavés y Osasuna activó la posibilidad de que Oyarzun pudiese salir cedido incluso a una escuadra de Primera. Pero, abortadas estas posibilidades, la búsqueda se ha centrado en la Segunda División. En la Real veían con muy buenos ojos que Alain recalara en el Valladolid de Paco Herrera, un destino que sobre el papel implica dar un paso adelante respecto al Mirandés. Ese supuesto progreso, en cualquier caso, siempre se antoja relativo, y el futbolista ha insistido en volver a Miranda, escenario en que ha acumulado muy buenas estadísticas durante los últimos meses.

Alain inició la pasada pretemporada a las órdenes de David Moyes y, sorprendentemente, se quedó en la primera plantilla pese a que su papel en el equipo siempre apuntó a residual durante el verano. La llegada de Eusebio, que le dio la titularidad en la ida copera contra Las Palmas (su único encuentro como txuri-urdin en la campaña 2015-16), tampoco varió el panorama, y en invierno se formalizó una cesión saldada con 19 partidos jugados (1.096 minutos), un gol y cinco asistencias. La voluntad del futbolista de regresar a vestir de rojillo ha sido recíproca, porque la afición de Anduva también ha celebrado la cesión.

objetivo regreso El objetivo final del préstamo por parte de la Real y del propio futbolista reside, en cualquier caso, en terminar regresando a Anoeta para triunfar de blanquiazul. No se trata de una meta descabellada, por cuanto ya han conseguido alcanzarla en la historia del club muchos jugadores que tuvieron que salir cedidos. El caso de Xabi Alonso, que se curtió en Ipurua con la camiseta del Eibar, puede ser el más sonado, pero en la plantilla actual hay varios ejemplos más, incluidos los de los otros tres txuri-urdin que se foguearon la pasada campaña en la categoría de plata: Jon Gaztañaga (Numancia), David Concha (compartió vestuario con el de Andoain en Soria) y Pablo Hervías (Real Oviedo).

Los tres participaron ayer en Zubieta en la jornada de doble sesión programada por Eusebio Sacristán, tras reintegrarse en el club una vez saldados sus respectivas estancias en otros equipos. Las situaciones en las que quedan, sin embargo, resultan muy dispares. Jon Gaztañaga (Andoain, 1991) terminaba contrato el 30 de junio y ha sido renovado por el club, lo que le otorga muchas opciones de quedarse en el plantel. Concha (Santander, 1996) aún es joven pero apunta buenas maneras, y, aunque lo lógico sería buscarle una nueva cesión, tampoco puede descartarse que convenza a Eusebio. Y quien más difícil lo tiene para convencer es Hervías (Logroño, 1993), quien en Oviedo fue claramente de más a menos.