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Illarramendi es el faro que mueve el motor txuri-urdin

pardo, que es compatible y que juega más en la izquierda, es el otro organizador del equipo mientras que zurutuza y granero también pueden ejercer ese papel

Illarramendi es el faro que mueve el motor txuri-urdin

Asier Illarramendi se convirtió el pasado verano en la guinda del pastel del proyecto deportivo más caro en la historia de la Real. Jokin Aperribay, que se empecinó como nunca en el regreso del mediocentro al considerarle un refuerzo estratégico básico para el futuro del equipo, pagó 17 millones de euros al Real Madrid para cerrar el regreso soñado por la gran mayoría de la afición blanquiazul.

Titular indiscutible desde el primer día (nunca mejor dicho), Illarra ha cuajado un buen año, aunque todavía lejos de su excelsa versión que propició que Florentino Pérez sacara la chequera para convertirlo en un galáctico blanco. Con más altibajos de los esperados dada que una de sus grandes virtudes es la regularidad, el mutrikuarra es vital para Eusebio, que solo le sentó en una ocasión, ante el Deportivo en Anoeta, y fue por mantener el mismo equipo que se había impuesto al Valencia la semana anterior también en casa en un choque se perdió por problemas físicos. Una incómoda lesión de tobillo le ha generado bastantes problemas en el último tercio del campeonato y ha motivado que tenga que hacer un tratamiento al término del campeonato para iniciar totalmente recuperado la pretemporada.

Illarra ha participado en 33 partidos en los que ha sido titular en todos menos en uno, ya citado, y ha disputado un total de 2.845 minutos. El canterano ha actuado también en alguna ocasión de pivote, casi siempre en Anoeta, pero en esa posición su rendimiento ha sido netamente inferior al que ofrece por delante, al jugar más libre y con menos obligaciones defensivas.

Su relevo como organizador en el puesto de volante derecho es, sin duda, Rubén Pardo. El riojano también es compatible con Illarra, con el que juega en la izquierda, salvo cuando intercambiaron las posiciones en el 0-5 en Cornellá. Su temporada también ha sido irregular y ha perdido mucho protagonismo en el tramo final, lo que ha terminado por molestarle tanto a él como a su entorno, al que le han manifestado repetidamente que cuentan con él. El guante que tiene en su pie derecho le ha permitido por segundo año consecutivo acabar como el máximo asistente del plantel. Ha jugado 28 partidos, pero solo ha salido de inicio en 19 ocasiones, lo que pone en evidencia que no ha gozado de la total confianza de un Moyes para el que fue intocable el curso anterior, ni con Eusebio. Pese a algunos rumores infundados, el club no se plantea señalarme el camino de salida ni sacarlo al mercado, ya que, entre otras cosas, es uno de los futbolistas más apreciados por Aperribay.

Aunque tienen condiciones distintas, Granero y Zurutuza también pueden desenvolverse en el interior derecho. El madrileño ha demostrado en su carrera ser polivalente lo que le permite dominar casi todos los puestos de la medular, aunque en la Real todavía no ha logrado asentarse en ninguno de ellos, lo que le ha impedido encontrar una mínima continuidad y regularidad. Su permanencia el año que viene está en el aire, pese a que no le han dicho que se busque destino. Solo ha participado en 15 partidos, con nueve titularidades.

Zurutuza casi siempre que ha jugado lo ha hecho escorado en la izquierda, aunque también puede desempeñar la labor de organizador partiendo desde la derecha. Las lesiones han condicionado su temporada, una vez más. Ha jugado en 16 partidos, 14 de ellos de inicio. Está negociando la renovación de su contrato, que expira en 2017 al ser indiscutible en el club txuri-urdin.