360 minutos sin encajar un gol
reyes-iñigo el rendimiento de los centrales es la mejor noticia realista
donostia - La Real continúa decepcionando en este comienzo del campeonato que ha teñido de dudas su proyecto más ilusionante de los últimos años. Pero si hay algo que se puede salvar, y además con buena nota, es el rendimiento que está ofreciendo la pareja formada por Reyes e Iñigo en el eje de la zaga.
Mucho se está hablando de la seguridad defensiva del Madrid y del récord de imbatibilidad en el comienzo de un curso que se le escapó por pocos minutos a Keylor Navas tras encajar el gol de Sabin Merino en San Mamés. Una vez más, un hito txuri-urdin está pasando casi inadvertido fuera de Gipuzkoa y es el hecho de que en los 360 minutos que han actuado juntos la nueva dupla de centrales realista no han recibido ningún tanto -esta racha no sucede desde 1982-. Los cuatro tantos que le han marcado a la Real en estas seis jornadas de Liga las anotaron en los duelos frente al Betis, uno, y el Espanyol que, en superioridad numérica, le endosó tres, y fueron con Reyes y Mikel González formando tándem en la defensa.
Desde el primer día que jugaron juntos, Iñigo y el mexicano están demostrando que se compenetran a la perfección. El cedido por el Oporto es un central intuitivo, que va muy bien por arriba gracias a sus 191 centímetros, que aprovecha sus piernas largas para cortar muchos disparos de los adversarios y que no tiene ningún miedo en salir de la cueva con el esférico controlado. Son muchos los aficionados que empiezan a lamentar que en su contrato de cesión no se hubiese incluido una cesión de compra. Mientras, Iñigo Martínez continúa ofreciendo el mejor nivel desde que está en el primer equipo. El de Ondarroa ha madurado mucho y en el camino no ha perdido ni un ápice de la agresividad y la contundencia que siempre ha acreditado desde su sonora irrupción en el primer equipo.
Lo más impresionante de todo no es que no hayan recibido un gol todavía, sino que en los 360 minutos que han disputado juntos solo han concedido una oportunidad clara a sus rivales: la que Rulli paró a los pies de Aduriz. - N.G.
donostia - El oscurantismo que maneja la Real desde su llegada provoca situaciones que no parecen beneficiar demasiado a David Moyes. El club optó por esconder que Markel Bergara estaba lesionado, por lo que no entró en la convocatoria que se dio a conocer una hora antes del comienzo del derbi.
Como ya publicó este periódico el pasado viernes, Markel se retiró del entrenamiento vespertino al sentir unas molestias en la parte alta del muslo que, al menos en el primer momento, no parecían revestir excesiva gravedad. Al día siguiente se presentó en Zubieta con dolores, lo que provocó que le hicieran unas pruebas que le descartaron para ser de la partida.
Esto provocó que muchas personas, este periódico incluido, criticaran el hecho de que no hubiese un centrocampista en el banquillo para protegerse en caso de que se produjera algún contratiempo, como pudo pasar después de que Illarramendi y Pardo fueran los primeros blanquiazules en ser amonestados. No fue hasta el día de ayer cuando el club, que ya ha dejado de publicar partes médicos desde el aterrizaje de Moyes, confirmó que había sido baja médica.
En este mismo escenario se encuentra el extraño caso de Joseba Zaldua. El donostiarra se lesionó después del estreno liguero ante el Deportivo y no ha vuelto a jugar más. En la semana de la visita al Betis volvió a trabajar con el grupo e incluso compareció en la sala de prensa, donde declaró que si no surgía nada extraño iba a poder entrar en la lista. Después no viajó y en el primer entrenamiento pospartido ya trabajó al margen del grupo junto al también lesionado Iñigo Martínez. Pues bien, el lateral sigue sin reaparecer ni ser convocado mientras nadie del club concreta lo que realmente tiene. El mensaje es que arrastra unas molestias musculares. Tampoco estará para este encuentro y se confía en que tras el parón, tanto él como Carlos Martínez reciban el alta competitiva para poder jugar frente al Atlético.
En cambio, el que no está descartado para el partido del próximo sábado es Esteban Granero. El madrileño tuvo que pedir el cambio en Granada al sentir un pinchazo, pero ha mejorado bastante y lo más probable es que viaje y hasta pueda jugar en La Rosaleda, ya que Pardo, que también está tocado, no brilló en el derbi.