Moyes decidió que jugara Oier

El tinglado de los porteros lo acabó zanjando David Moyes al decidir que fuese Oier Olazabal el que jugara en su regreso a Granada. El club dejó absoluta libertad para elegir al escocés, pese a que la participación del irundarra costaba la nada despreciable cifra de 100.000 euros (por su cesión ya se habían abonado otros 200.000 euros). Dicha cantidad estaba estipulada en el contrato de cesión como indemnización en el caso de que jugara en alguno de los dos duelos ante los granadinos, una opción que en su momento parecía poco probable, pero que ganó enteros tras la inoportuna expulsión de Rulli el pasado sábado ante el Espanyol.

Como informamos ayer, el técnico decidió convocar a Rulli, Oier y Bardají para prevenir y que no se diese el improbable caso de que el Comité de Competición no acordara sancionar al primero. El organismo se reunió a las 16.00 horas y uno de los primeros temas que trató a petición del Granada, que intentó en todo momento impedir que pudiese actuar anoche, fue la roja del argentino. Como las imágenes no admitían ninguna discusión, decidieron sancionar al meta realista con un partido. En la expedición txuri-urdin existía una preocupación por la hipotética posibilidad de que le castigaran con dos encuentros y pudiera perderse el derbi.

Pese a que se encontraba en Granada y estuvo informado en todo momento de la elección que iba a acometer, Aperribay no se reunió con Moyes y le dejó vía libre para escoger al portero que quería que jugase.

El escocés dio dos charlas tácticas a sus jugadores, una antes del almuerzo y otra previa a la merienda-cena. Fue en esta segunda cuando comunicó a Oier, con el que no había hablado después de responsabilizarle del tercer gol del Espanyol como reconoció en la rueda de prensa que ofreció en Zubieta el lunes por la tarde, que sería el titular en Los Cármenes.