El Granada cree en una salvación que hace solo dos semanas parecía casi imposible. Los de Sandoval, el técnico con el que han logrado dos victorias en otros tantos partidos, llegan mañana a Anoeta con la necesidad de prolongar el idilio que mantienen, de un tiempo a esta parte, con el estadio donostiarra. Y es que, con motivo de sus dos últimas visitas, lograron sobre la bocina dos empates vitales en los que sustentaron el posterior logro de la permanencia. El presidente Quique Pina recordaba esta circunstancia hace unas semanas en una entrevista radiofónica a nivel estatal, confiado en que se repita la historia.
La primera de las dos igualadas nazaríes en Anoeta se produjo en la temporada de la cuarta plaza txuri-urdin, y a falta de solo un mes de competición. La Real ganaba 2-1 en el minuto 90 y daba un paso de gigante hacia la máxima competición continental, pero un gol de Recio en un barullo en el área blanquiazul supuso un tremendo jarro de agua fría. El punto fue clave para la salvación granadina, y a la Real también le sirvió para certificar tres semanas después, la cuarta plaza definitiva.
Consecuencias más graves tuvo el tropiezo de la pasada temporada, en la antepenúltima jornada. Si la Real llega a vencer a los andaluces en Anoeta, habría terminado la Liga sexta, evitando la primera previa europea. Vela encarriló el importante triunfo con un gol en la segunda parte, pero Ighalo empató en el descuento y los txuri-urdin tuvieron que jugársela contra Athletic y Villarreal. El saldo de ambos duelos fue de un único punto, lo que significó la séptima plaza, mientras que el Granada consiguió la continuidad en la categoría apoyado en la igualada obtenida en Donostia. En esta ocasión, y teniendo en cuenta que en la última jornada reciben al Atlético de Madrid, un punto podría no serles suficiente.