EN el mundo del fútbol los goles son el aliciente. La sal que condimenta al juego son las celebraciones tras marcar un tanto, el ingrediente para convertirlo en espectáculo. La Real era una de los mayores exponentes de esta premisa, pero en los últimos meses muchas cosas han cambiado en torno al club guipuzcoano, y no solo porque el rendimiento deportivo haya dejado muchas dudas. Más allá de los resultados, de las victorias y derrotas de los txuri-urdin, el mayor giro de guion es el estilo de juego que proponen los blanquiazules en estos momentos.

Si bien el curso pasado la afición realista presumía de un estilo de asociación, con rápidas transiciones y un fútbol total, este observan cómo los suyos duermen los partidos, se aferran a una defensa sólida e intentan lograr el tan repetido "equilibrio" que Jagoba Arrasate promulga desde su llegada al banquillo txuri-urdin. No se cierran atrás, pero esta Real se ha vuelto más sosa.

No es menos cierto que esto se debe también al respeto que los rivales demuestran ahora por un equipo de Champions que deslumbró a todos. Quizá esa sea la principal diferencia con el rendimiento del curso pasado, pero la realidad es que la Real es ahora uno de los equipos menos goleadores de la Liga, además de uno de los menos goleados. Es decir, ver un encuentro de los donostiarras es sinónimo de pocos goles, de un fútbol más lento y más especulativo.

El técnico blanquiazul explicó esta circunstancia en una entrevista concedida a este periódico, en la que argumentaba que la carga de partidos a la que están expuestos este curso imposibilita jugar de una manera tan directa como el anterior. Es decir, el alto número de partidos que debe afrontar el equipo exige un menor desgaste y un mayor control de los encuentros.

De esta forma, la Real es el sexto equipo menos goleado de Primera, solo superado por los cuatro primeros clasificados y por un Málaga que está en la misma situación que los txuri-urdin, con una metamorfosis en su juego tras el cambio en el banquillo. Los donostiarras han encajado diez tantos en los nueve partidos disputados hasta la fecha, una cifra muy correcta, y más teniendo en cuenta que cuatro de ellos los recibieron en su visita al Camp Nou, donde se resignaron a recibir una derrota.

Por su parte, en la Champions, y a pesar de ser colista del grupo con cero puntos, la Real tiene los mismos goles encajados que Bayer Leverkusen y Shakhtar, pero una vez más la losa de su escasa puntería condena a los de Arrasate.

partidos sin goles

Choque de estilos

A las puertas de un nuevo duelo liguero ante el colista de la competición, seguro que frente a los andaluces el propio técnico y los jugadores querrán cambiar la imagen que han dejado en los choques de esta temporada. Mañana tendrán enfrente a un Almería que a pesar de no haber logrado ni una sola victoria en lo que va de Liga, suma más goles a favor que los donostiarras.

En la liga, solo Osasuna, Rayo Vallecano y Granada han celebrado menos tantos que la afición txuri-urdin. De hecho, andaluces y pamploneses son los únicos que pueden entender lo que siente la parroquia blanquiazul, que se enfrenta partido a partido a un escenario en el que los goles, en ambas porterías, brillan por su ausencia.

En este sentido, en los encuentros ligueros que han disputado los guipuzcoanos ha habido 18 goles -ocho a favor y diez en contra-, y cinco de ellos, más de un cuarto, fueron en el Camp Nou. Una muestra clara del cambio de juego que ha experimentado el cuadro dirigido por Arrasate, y que mañana tendrá una confrontación de estilos ante el Almería, ya que en los duelos disputados hasta la fecha por los recién ascendidos se han visto 31 tantos, cifra solo superada por un Barcelona que cuenta sus partidos como local por goleadas.

favorecido por el cambio

Bravo crece aún más

De este cambio de guion se beneficia un Claudio Bravo que está ante una temporada en la que recibe menos goles que nunca. Eso sí, las cifras no pueden tapar que en varios encuentros las ocasiones con las que ha contado el rival han sido muchas más de las esperadas.

Sin ir más lejos, el chileno, el pasado miércoles en un escenario como Old Trafford, se coronó como el auténtico líder del equipo con varias intervenciones providenciales que permitieron a los de Arrasate perder únicamente por la mínima. El guardameta está ante un año realmente importante no solo por disputar la máxima competición de clubes con los txuri-urdin, también porque seguirá defendiendo al combinado chileno en su segundo Mundial, al que llega con el cartel de titularísimo y héroe local.