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Agresiones, destrozos y un detenido

Varios ultras del Real Madrid causaron disturbios en Donostia antes del partidoUna persona resultó herida por un arma blanca en el barrio de Amara tres horas antes del encuentro

Agresiones, destrozos y un detenidoR.P.

Donostia. El partido entre la Real y el Real Madrid estuvo precedido por los altercados más graves registrados en torno al estadio realista en los últimos años. Un centenar de ultras del conjunto blanco desencadenaron varios incidentes durante las horas anteriores al duelo, que se saldaron con una persona herida al recibir un navajazo en una mano, un seguidor radical del Madrid detenido y numerosos destrozos en los bares de las cercanías de Anoeta.

Alrededor de cien seguidores ultras del Real Madrid, algunos sin entrada, se trasladaron ayer a Donostia, por donde en un principio camparon a sus anchas. Y, claro, aprovecharon para protagonizar varios altercados, incluido alguna que otra agresión. La escolta de la Ertzaintza llegó después y optó por hacer entrar al estadio a este grupo de hinchas en torno a las 20.00 horas.

El suceso más grave se produjo poco antes de las siete de la tarde en el bar Bizkaia, situado junto a la estación de autobuses de Amara. Una persona, al parecer seguidora del Real Madrid, resultó herida en una mano por un arma blanca -posiblemente, una navaja- y tuvo que ser evacuada al Hospital Donostia, aunque hasta última hora de la tarde de ayer no presentó denuncia alguna. Las circunstancias de la pelea no están claras, y no se sabe si en el altercado intervinieron aficionados de los dos clubes o solo del Real Madrid. Hubo también otras personas heridas en algunas peleas, pero no necesitaron hospitalización.

Los principales disturbios tuvieron lugar en torno a la plaza Ferrerías, donde los radicales del equipo blanco causaron daños en el mobiliario de las terrazas de los bares de camino a Anoeta.

Como consecuencia de estos incidentes, la Ertzaintza detuvo a un hincha del Madrid. Los ultras del club madridista, en su mayoría encapuchados y vestidos de negro, llegaron a cortar el tráfico durante unos minutos volcando varios contenedores entre el bar la Venta de Curro y el Paseo de Errondo.

Poco a poco, la Ertzaintza fue haciéndose con el control. La policía autonómica vasca intervino disparando pelotas de goma y haciendo huir a los ultras. Al inicio del partido, a las 22.00 horas, los alrededores de Anoeta ya estaban en calma.

Durante el calentamiento de ambos equipos, con el estadio semivacío, fue cuando los gritos de los Ultras Sur resonaron en Anoeta. Este grupo de radicales mostró banderas preconstitucionales desde el momento en que Iker Casillas saltó al terreno de juego a las 21.15 horas. Los "que viva España" y demás cánticos fueron siendo acallados conforme la hinchada local empezó a entrar al estadio. Finalmente, los radicales del Madrid no llegaron a ver cómo su equipo celebraba la victoria, ya que fueron desalojados del campo en el minuto 66 del encuentro para evitar incidentes a la salida de las dos aficiones al término del partido.