donostia. No es la primera vez que la Real vive un episodio de este tipo. Más allá de las habituales fiebres de verano que solía sufrir el irrepetible Javi de Pedro, seguro que los aficionados realistas no olvidarán el episodio en el que Darko Kovacevic se puso la camiseta del Real Madrid y declaró "Lorenzo (por Sanz), fíchame" en un reportaje para el Diario As realizado en 1999. Cuando tuvo conocimiento de la existencia de dichas fotografías, la directiva realista trató de frenar la publicación de la entrevista, algo a lo que, como era de esperar, se negó el periódico madrileño, que no dudó en abrir su publicación del día siguiente a todo trapo con el serbio gustándose con la camiseta merengue puesta. Ni qué decir que las imágenes cayeron como una bomba en la parroquia txuri-urdin, que idolatraba al goleador que la campaña anterior había colocado con sus dianas al equipo en las competiciones europeas.
Kovacevic volvió a jugar en Anoeta y, aunque recibió la desaprobación de su gente, no tardó en volver a ver puerta, por lo que todos decidieron dar carpetazo al asunto por el bien del equipo y porque su arrepentimiento era sincero.
El de Griezmann también lo parece. El galo ha cometido el clásico error del futbolista de moda inmaduro al que le han nublado los millones de un club más poderoso financieramente. Seguro que no tendrá mejor ocasión que marcar o firmar una buena actuación este sábado ante el Barcelona para que los que le adoraban estos dos últimos años, a los que ha decepcionado, se reconcilien por el bien del equipo que necesita a uno de los mejores jugadores salidos de Zubieta en las últimas temporadas.
canteranos silbados Pese a ser una afición ejemplar en lo que respecta al trato con sus jugadores, con los que suele adoptar una actitud casi paternalista, han sido varios los jugadores de casa que han sufrido silbidos desde la grada del estadio, tanto de Atocha como de Zubieta. Javier Zubillaga, Jokin Uria, Alberto López, Iñigo Idiakez, Aitor López Rekarte, entre otros, han tenido que soportar las críticas de su propia hinchada.
Curiosamente, el último que ha vivido una situación similar ha sido Elustondo. Aunque Martín Lasarte lo denunció abiertamente, hasta la fecha el beasaindarra no ha recibido reproches tan evidentes como para que se hablara tanto de ellos. De esta forma, Griezmann puede pedir consejo al que probablemente sea su mejor amigo en la actual plantilla para superar el peaje que debes pagar cuando has decepcionado a los tuyos.