Donostia. La portería de la Real sigue gafada. Esta vez le ha tocado a Queco Piña, cuya ficha no ha podido ser tramitada por el club. El director deportivo txuri-urdin, Lorenzo Juarros, explicó ayer que "a pesar de que el jugador tiene 29 años, y una trayectoria en equipos de Segunda División, nunca ha tenido licencia P de profesional, y ha jugado con ficha A de aficionado". El artículo 141 de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) especifica que, fuera de los plazos de fichajes, y si no hay lesión de por medio, sólo pueden ficharse jugadores sin contrato en vigor con ningún club, es decir, en paro.
Queco Piña cumple con estos requisitos. Lo que ocurre es que la RFEF estima que todos estos aspectos no son aplicables a jugadores con ficha de aficionado, ya que si no son profesionales no puede considerarse que estén en el paro por no tener equipo. Además, se da la circunstancia, según explicó Loren, que "en la Liga de Fútbol Profesional (LFP) hay depositado un contrato privado del futbolista con el Alicante hasta junio de 2010, aunque con una cláusula liberatoria en 2009 en caso de descenso. Eso les ha hecho también tener sus dudas a la hora de conceder la ficha".
Al parecer, es una costumbre entre equipos modestos de Segunda División tramitar a sus jugadores fichas de aficionados. El coste de hacerlo asciende a los 3.000 euros por futbolista, y se dispara a los 20.000 en caso de optar por una licencia profesional. Queco Piña ha jugado en Segunda División enrolado en las filas de conjuntos de la zona baja como Racing de Ferrol y Alicante, por lo que no resulta especialmente extraña la situación del guardameta
Así, Javier Mandaluniz será mañana en Sevilla el portero suplente de la Real. Mientras, el Sanse se jugará el ascenso en Oyón con Álex Ruiz bajo palos, y con Julen Zelaia en el banquillo. Estos dos últimos guardametas aún están en edad juvenil.