Nsue se retrasó y no participó en ninguno de los entrenamientos

donostia. Emilio Nsue no llegó hasta ayer por la tarde-noche a Donostia, por lo que no pudo participar en ninguna de las dos sesiones que había dispuesto Martín Lasarte. El mallorquín viajó en el día de ayer desde El Cairo hasta Barcelona, vía París. Contaba con el permiso del club, en concreto del director deportivo, Loren, para recoger a su novia en la Ciudad Condal y terminar de arreglar un tema relacionado con la mudanza. En principio su llegada estaba prevista ayer por la mañana, para que de esta manera pudiera reincorporarse a la disciplina del equipo en la sesión vespertina. El tema es que, por motivos que se desconocen, el realista no se presentó en Donostia hasta mediada la tarde, sin tiempo para acudir a Zubieta.

Será hoy, en el entrenamiento a puerta cerrada que se celebrará en Anoeta a partir de las 17.00 horas, cuando Nsue volverá a ejercitarse bajo las directrices de Lasarte. El caso es que llama bastante la atención que el resto de internacionales, el rojiblanco De Marcos o el osasunista Azpilicueta entre ellos, se incorporaron ayer a los entrenamientos de sus respectivos equipos, cuando este fin de semana no hay jornada en Primera. Habrá que ver cómo se toma el retraso Lasarte y si decide contar con él para el partido ante el Salamanca.

En la sesión matutina de ayer Lasarte dividió al equipo por líneas y completaron sobre todo ejercicios con balón. Por la tarde, la actividad en la sesión vespertina fue bastante más intensa y el susto lo dio Eñaut Zubikarai, que se tuvo que retirar al sufrir un golpe.

Gorka Elustondo se ejercitó al margen por precaución, ya que todavía no se ha recuperado de la sobrecarga muscular que sufrió en el partido ante el Numancia. En principio no parece que tenga excesivos problemas para recuperarse a tiempo y poder figurar en el once que recibirá al Salamanca (domingo, 17.00 horas). El que también cuenta con opciones de entrar en la lista y regresar al equipo es De la Bella, que esta semana se está ejercitando con normalidad, una vez olvidada su rotura de fibras.