La imagen de un pesquero encallado en un arrecife cerca de una isla noruega se ha hecho viral por lo inusual de ver un barco con un equilibrio casi imposible. Sucedió el pasado lunes por la noche cerca de la isla de Bolga, en el municipio de Meløy. El pesquero Marita Helen se dirigía hacia el norte cuando encalló en un pequeño arrecife. Lo curioso es que el barco quedó casi totalmente fuera del agua, sujeto a la superficie únicamente por la quilla, de apenas 20 centímetros de ancho.

Un equilibrio casi inexplicable y que llevó a la tripulación a prácticamente no moverse en las seis o siete horas que estuvieron esperando el rescate para intentar no modificar el reparto de pesos en el barco y que se venciera hacia un lado, porque por suerte el navío parecía haber resistido bien al accidente y no había ninguna filtración de agua.

Finalmente pudo llegar otro barco enviado por los guardacostas, el Odd Fellow III, para llevar a la tripulación a tierra firme, aunque hubo que esperar a que subiera la marea para que el Marita Helen se desencallara de forma natural y el remolcador pudo arrastrarlo hasta aguas con más profundidad para que pudiera llegar por sus propios medios a la orilla, donde al día siguiente confirmaron que el barco no había sufrido daños.

“Es absolutamente increíble que haya ido bien. Parece imposible permanecer sobre la quilla y no tener nada más que sostenga el barco”, afirma Kurt Justad, patrón del Marita Helen. “He estado involucrado en varias colisiones terrestres, pero nunca había experimentado nada parecido. No es posible tener tanta suerte”, explicaba el patrón del Odd Fellow III, el remolcador, Jostein Johansen.