El profesor Leslie Leinwand y su equipo de investigación encontraron un gran incremento en la cantidad de triglicéridos -el principal componente de las grasas y aceites naturales- en la sangre de pitones birmanas, un día después de comer. A pesar de la enorme cantidad de ácidos grasos en el torrente sanguíneo, no había evidencias de deposiciones de grasa en el corazón de la serpiente.