Con la llegada del verano, las altas temperaturas y el sol intenso nos invitan a buscar sombra para disfrutar del aire libre sin poner en riesgo nuestra salud.

Una sombrilla se convierte, entonces, en un accesorio indispensable en nuestro jardín, terraza o incluso cuando vamos a la playa. No solo proporciona un espacio más fresco y cómodo, sino que también protege contra los efectos nocivos de la exposición prolongada al sol, como las quemaduras solares, el envejecimiento prematuro de la piel y el riesgo de cáncer cutáneo.

Además de su función protectora, las sombrillas pueden ser un elemento decorativo que aporta estilo y color al entorno. Existen diseños para todos los gustos: desde sombrillas grandes y robustas para el patio hasta modelos portátiles ideales para llevar a la playa. Algunas incluso cuentan con protección UV especial, ventilación superior para reducir el calor acumulado, o estructuras resistentes al viento.

Sin embargo, a la hora de elegir una sombrilla, no solo debemos fijarnos en su diseño, tamaño o resistencia. El color también es un aspecto crucial, tanto desde el punto de vista estético como funcional. Aunque los colores brillantes como el amarillo o el naranja pueden parecer atractivos y alegres, es importante considerar que estos tonos pueden tener efectos indeseados, especialmente en ambientes naturales y al aire libre.

Sombrilla naranja Freepik

Los peligros de las sombrillas amarillas o naranjas

Los colores amarillo y naranja, muy comunes en sombrillas veraniegas por su apariencia cálida y vibrante, pueden atraer avispas, abejas u otros insectos voladores.

Estos insectos se sienten atraídos por colores que imitan los tonos de las flores, ya que están programados para buscar néctar. El amarillo, en particular, es un color muy visible para las abejas y avispas, lo que puede convertir tu zona de descanso en un blanco para estos animales.

Picaduras de avispa

Las avispas son especialmente problemáticas, ya que pueden ser agresivas si se sienten amenazadas. Una picadura de avispa no solo es dolorosa, sino que también puede representar un serio problema de salud para personas alérgicas. Incluso si no eres alérgico, tener avispas rondando puede arruinar la experiencia de relajación que una sombrilla debe proporcionar.

Además, los insectos también pueden sentirse atraídos por restos de comida o bebidas dulces que suelen estar presentes en actividades veraniegas al aire libre. Si a eso se suma una sombrilla de color llamativo que actúa como un "faro" visual, las probabilidades de atraer a estos insectos aumentan considerablemente.