Erika y Stefan, acompañados de su hija Elinor, comenzaron su luna de miel o mejor dicho su periplo infernal en diciembre visitando Alemania.

Más bien, los aeropuertos alemanes, donde estuvieron días retenidos por la conocida como ‘tormenta de nieve del siglo’.

Huyeron del frío en dirección a Bali. Pero allí, en vez de sol y playa, les esperaban lluvias monzónicas. En la siguiente etapa de su circuito de desastres naturales: Australia.

Estuvieron acompañados por incendios forestales, inundaciones y un ciclón les obligó a cambiar el hotel por un refugio.

Todavía quedaba lo peor, aterrizaron en Christchuch, Nueva Zelanda, horas después de que la tierra temblara y en Tokio dos días antes del gran terremoto y la posterior alerta nuclear.

La isla de Aruba debería ponerse en alerta, es el destino elegido para sus próximas vacaciones.