Tras fuertes temporales que ha vivido Hungría estas últimas semanas, la localidad de Rákóczifalva, a 100 kilómetros al este de Budapest se llevó la desagradable sorpresa de vivir una lluvia de ranas. "Cuando vi que mi paraguas se llenaba de estos animales, me asusté mucho", dijo un habitante de la aldea. "No me gustan estas criaturas, así que busqué amparo en una estación de autobuses. Nunca he visto algo semejante", aseguró otro testigo de este fenómeno poco común. Según los expertos, cuando se forman nubes cumulonimbos, que provocan fuertes lluvias y los aires calientes ascienden, algunos objetos como pequeñas plantas o animales, como ranas, arañas o peces, pueden ser elevados a las nubes, que posteriormente se "descargan" en forma de lluvias y tempestades.