Una ciudadana británica de 33 años de edad, Angie Baker, ha conseguido por fin convertirse en madre después de haber sufrido un total de 18 abortos espontáneos en el plazo de trece años. "Estoy abrumada, parece un sueño. La niña es perfecta", aseguró la orgullosa mamá, que llevaba queriendo quedarse embarazada desde los 20 años y que, sistemáticamente, perdía los embriones entre las cinco y las ocho semanas de gestación. En concreto, el problema es que sufría una anomalía genética que llevaba a los glóbulos blancos a atacar el embrión al identificarlo como un elemento peligroso para su organismo. Finalmente, el problema se ha solucionado con la ingesta de altas dosis de esteroides.
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