Una placa colocada hace cinco años en Donostia en recuerdo de Rosa Zarra, la donostiarra que murió en 1995, ocho días después de recibir el impacto de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza, ha sido atacada con pintura negra y despegada de la pared en la que se hallaba.

Esta placa se encontraba en la plaza Ferrerías del barrio de Amara, a escasos metros de la que colocó el pasado sábado el Ayuntamiento de la ciudad, en memoria de esta víctima de acción policial, que permanece en su lugar, en el suelo, y está intacta.

En el 25 aniversario

Por el contrario, la inscripción que hace cinco años colocaron simpatizantes de la izquierda abertzale, con allegados de la fallecida, en un acto de recuerdo con motivo del 25 aniversario ha aparecido este martes con borrones de pintura negra.

La placa atacada recoge la inscripción en euskera "Rosa Zarra Marin. Asesinada. Verdad, Justicia y Reparación. 1995-2020".

El 22 de junio de 1995, Zarra se encontraba en las proximidades del estadio de Anoeta cuando, en el transcurso de una movilización, fue alcanzada en el vientre por una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza durante una carga realizada por los incidentes registrados entre seguidores de Herri Batasuna y pacifistas que apoyaban a los trabajadores de Alditrans y que pedían la liberación del empresario entonces secuestrado por ETA José María Aldaya.

Reconocida como víctima

Zarra fue reconocida el pasado mes de marzo como víctima por la Comisión de Valoración de víctimas de violencia por motivación política en Euskadi y el pasado sábado fue objeto de un homenaje por parte del Ayuntamiento.

El sindicato Esan, que pidió este lunes revocar el reconocimiento de Rosa Zarra como víctima de acción policial y retirar la placa municipal, ha condenado hoy con "absoluta rotundidad el ataque vandálico perpetrado contra dicha inscripción".

"Nuestra crítica siempre ha estado dirigida a la Comisión de Valoración dependiente del Departamento de Justicia del Gobierno Vasco por su decisión de considerar a Rosa Zarra como 'víctima de la acción policial' y por la colocación de una placa en Donostia el pasado 8 de noviembre, sin que exista respaldo judicial que lo avale", agrega esta central.

El alcalde, firme

Esan advierte de que "seguirá defendiendo con firmeza la verdad, la justicia y la dignidad de la Ertzaintza, pero también el respeto, la convivencia y la libertad frente a cualquier forma de violencia o fanatismo". 

Estas críticas del significado policial fueron respondidas en primera instancia por el alcalde Jon Insausti, que aseguró que no va a renunciar a la memoria ni a la placa colocada en la ciudad en recuerdo a Rosa Zarra