Claudia Montes, una de las mujeres que según el auto del juez fue contratada en una empresa pública gracias a la influencia de José Luis Ábalos, ha respondido en la Comisión de investigación del caso Koldo del Senado que no cree que el exministro moviera los hilos para su contratación y ha denunciado haber sido testigo de prácticas corruptas.
Después de que la semana pasada compareciera el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, este lunes era el turno de Montes, quien ha querido reivindicar su buen nombre ante la comisión porque, ha afirmado, nunca ha ejercido la prostitución y, a diferencia de otras amigas de Ábalos, como Jessica Rodríguez, ella sí fue a trabajar.
Montes ha denunciado presuntas prácticas corruptas en Logirail y Renfe y ha afirmado que lo puso en conocimiento del presidente asturiano, Adrián Barbón, y de los dos ministros que han sucedido a Ábalos en el Ministerio de Transportes, sin que le prestaran atención.
Se ha ofrecido a entregar en la Comisión las conversaciones que tiene grabadas con Ábalos grabadas y un largo historial de sus charlas por WhatsApp y su abogado, Alfredo Arrién, ha precisado, tras su comparecencia, que presentarán la documentación necesaria para demostrar que su contrato y su trabajo fueron regulares.
Según ha explicado Montes, conoció a Ábalos como militante del PSOE en un mitin en Gijón; tenía problemas económicos y él, a través de su exasesor, Koldo García, le prestó 1.300 euros -dos meses de alquiler-. Llegaron a tener una relación sentimental, pero solo telefónica; Ábalos, ha dicho, era "un caballero" y a ella, que le encanta la política, le gustaba que la "culturizara".
Pero nunca tuvieron una relación íntima, ha asegurado, precisando que si el exministro sostiene lo contrario, debería poder hablar de las "marcas de su cuerpo", como un lunar muy grande que tiene en "una parte específica".
Niega trato de favor
Montes, contratada en Logirail desde finales de 2019 hasta febrero de 2022, ha insistido en que Ábalos solo la avisó de que se abrían varias vacantes y ella se postuló por Infojobs, y ha recalcado que cumplió el 100 % de los objetivos que le marcaron e incluso tuvo 21 días compensatorios de horas extras. No cree que Ábalos moviera los hilos para contratarla y, si lo hizo, nunca fue consciente de ello.
La mujer ha acusado a Koldo García de haberla intimidado y acosado sexualmente -ha señalado que le llegó a hacer 21 videollamadas- y también ha denunciado acoso por parte de sus superiores en su puesto de trabajo desde que, ha dicho, empezó a detectar supuestas prácticas corruptas, como cambios de fechas en contratos, modificación de cantidades, etc. Llegó a constatar la falta de más de 100.000 euros, pero nadie le hizo caso y ha señalado que incluso pensó en el suicidio.
A Ábalos no se lo quería contar porque "estaba con el problema de Delcy, de las mascarillas...", ha añadido en una comparecencia larga con muchas inconcreciones, en la que ha indicado que el exministro le dijo que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "lo sabía todo".
Ante sus denuncias de acoso, la senadora socialista María del Lirio Martín, le ha animado a llamar al teléfono 016 del Ministerio de Igualdad, aunque Montes le ha señalado que ella lo que echaba en falta era "una llamada; un 'hermana, yo sí te creo".
Martín ha criticado al PP por convertir la comisión de investigación en un "espectáculo bochornoso", un "engendro mediático" y ha cuestionado la utilidad de la declaración de Montes. Entre las anécdotas que ha relatado, se ha referido al ordenador que Ábalos regaló a su hijo unas Navidades o al tique de la peluquería que le pidió Koldo García para liquidar gastos. Montes, quien ha instado a la Comisión ha citar a otra pareja de Ábalos, Andrea de la Torre, ha señalado que Ábalos le dijo que el Gobierno iba a ir a por ella y que, por ejemplo, Barbón podía conseguir que no trabajara más en Asturias. "Yo sigo mandando currículums y no me hacen ninguna entrevista", ha afirmado.