La libertad de expresión se tambalea en Estados Unidos. Desde su altar en la Casa Blanca, Donald Trump da manotazos a los medios de comunicación críticos con su gestión, como King Kong en el Empire State Building a los helicópteros que le sobrevolaban. Trata de silenciar las voces que “solo me dan mala publicidad”, y que cunda el ejemplo. Que se sepa quién manda.
Esta lucha que ha emprendido contra lo que llama “izquierda radical” se ha intensificado con el reciente asesinato del líder juvenil MAGA (Make America Great Again) Charlie Kirk de un tiro en el cuello cuando daba un discurso en una universidad. Las alarmas volvieron a dispararse, a descontrolarse, y las opiniones también. Y los altavoces más potentes con grandes audiencias, lo están pagando. Esto no es nuevo. Empezó en julio con Stephen Colbert, le ha llegado el turno a Jimmy Kimmel, y han puesto sus barbas a remojo Seth Meyers y Jimmy Fallon.
"Sacar provecho político" de la muerte de Kirk
El vaso se ha colmado con uno de los programas de televisión con más audiencia en el país, el de Jimmy Kimmel. Después de 20 años su ‘late night’ ha sido suspendido “indefinidamente” por la cadena que lo emitía, ABC. La espita se disparó con un comentario de Kimmel en su monólogo: "La pandilla MAGA (Make America Great Again) está tratando desesperadamente de caracterizar a este chico que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa que no sea uno de los suyos y haciendo todo lo posible para sacar provecho político de ello". Kimmel también emitió un video en el que Trump cambiaba de tema cuando le preguntaban sobre la muerte de Kirk y reprobó: "Así no es como un adulto llora la muerte de alguien a quien considera amigo. Así es como un niño de 4 años llora la muerte de un pez dorado".
"La pandilla MAGA (Make America Great Again) está tratando desesperadamente de caracterizar a este chico que asesinó a Charlie Kirk como cualquier cosa que no sea uno de los suyos..."
"Por las buenas o por las malas"
No tardó en llegar la respuesta de los republicanos, esta vez en boca de un funcionario de la Administración de Trump, Brendan Carr, presidente del regulador de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). Éste sugirió a ABC el despido de Kimmel amenazando con que si no, el Gobierno tomaría cartas en el asunto. Y fue muy claro: “Podemos hacer esto por las buenas o por las malas”. Parece que le estorban los cómicos televisivos a los que denomina “bufones de la corte que se burlan del poder”.
Solo unas horas después, la cadena de emisoras locales afiliada a la ABC Nexstar anunció que quitaban de la parrilla ‘Jimmy Kimmel Live!’. Trump aplaudió la decisión y acusó al periodista de falta de talento y de audiencia. Es más, volviendo de su visita de Estado al Reino Unido, dijo en el Air Force One a los reporteros que lo acompañaban que cree que la FCC debería revocar las licencias de las cadenas cuyos presentadores de programas nocturnos le hagan “mala publicidad”.
Cruzada contra la prensa
Es una historia que se repite. Una cruzada contra la prensa. En julio pasado CBS no renovó el contrato al final de la nueva temporada a Stephen Colbert, presentador de 'The Late Show with Stephen Colbert' en el canal CBS. También lo festejó el presidente de Estados Unidos, y auguró que Kimmel sería el siguiente. ¿Los próximos? Están en el disparadero otros dos presentadores de la franja nocturna, Seth Meyers y Jimmy Fallon.
Y hay más. Precisamente, se suspende el programa de Kimmel la misma semana en la que Trump ha demandado a The New York Times por difamación, por “mentir” y perjudicarle “durante años” y por ser “prácticamente un portavoz del Partido Demócrata de Izquierda Radical”. Pide 15.000 millones de dólares al diario y a cuatro de sus reporteros, dos corresponsales en la Casa Blanca y dos periodistas de investigación que publicaron un libro que pone en duda el relato del presidente como empresario exitoso y hecho a sí mismo. Este mismo día se enfrentó a dos reporteros que le preguntaron sobre el proyecto del fiscal general, Pam Bondi, de crear un tipo legal inexistente en Estados Unidos para perseguir los “discursos de odio”. Jonathan Karl, de ABC News y otro de la televisión pública australiana.
No está solo
Pero Kimmel no está solo. Colbert ha salido en su defensa, y el cómico David Letterman, Jack Tapper con ‘The Lead with Jake Tapper’ en la CNN, David Remnick que dirige The New Yorker, Jimmy Fallon con ‘The Tonight Show’ en la NBC, Jon Stewart con su ‘The Daily Show’ en Comedy Central, entre otros.
“Esta noche todos somos Jimmy Kimmel”, dijo Colbert en la apertura de su ‘late show’, y añadió que es una “censura flagrante”. Jon Stewart, que emite solo los lunes, volvió a la antena el jueves de manera extraordinaria para presentar un programa “completamente renovado y aprobado por el gobierno”. Llenó el plató de elementos dorados, emulando el Despacho Oval de la Casa Blanca, que Trump ha cargado de ornamentos y decoración fastuosa desde el inicio de su segundo mandato.
Por su parte, Seth Meyers, guionista y presentador, apuntó el actual momento crucial para la democracia y surrayó la necesidad de que todo el mundo se una en su defensa. Y Jimmy Fallon dijo: “Para ser sincero, no sé que está pasando. Nadie lo sabe, pero sí sé que Jimmy Kimmel es un tío decente, divertido y querido y espero que vuelva”.
"El fascismo está aquí y es escalofriante"
Alison Brie, actriz de la serie ‘Mad Men’; Michael Kosta, presentador de ‘The Daily Show’; el cómico Mike Birbiglia; la Federación de Músicos de Estados Unidos y Canadá que habló de "censura estatal"; el demócrata Chuck Schumer; la actriz Sophia Bush cree que "El fascismo está aquí y es escalofriante".
David Reed, miembro del Sindicato de Guionistas de Estados Unidos, calificó la medida de “horrible”. El actor Jake Ferree canceló su suscripción a Disney+ y aseguró que hay repercusiones. También tiene el apoyo popular de personas protestaron frente al estudio de Disney en Burbank, California, por la suspensión del programa de Jimmy Kimmel.
El expresidente Barack Obama criticó que la Administración actual ha elevado el tono a “un nuevo y peligroso nivel amenazando de forma sistemática con tomar medidas reguladoras contra las empresas de medios de comunicación a menos que silencien o despidan a los periodistas y comentaristas que no le gustan". Y un largo etcétera de quienes se atreven a pronunciarse.
Jimmy, de familia de inmigrantes
James Christian Kimmel es uno de los periodistas más importantes en los programas de entrevistas en Estados Unidos. Su 'late night' 'Jimmy Kimmel Live!' se emitía desde 2003. Creció en el seno de una familia de inmigrantes italianos, sus abuelos maternos emigraron desde Italia a EE.UU. en 1883.
No es la primera víctima del mundo del periodismo del presidente de EEUU. Este castillo de naipes hecho con medios de comunicación que no le gustan a Trump, ha empezado a caer. Y el inquilino de la Casa Blanca está soplando muy fuerte. A ver quién para este tornado contra la libertad de expresión de los medios de comunicación.