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Pradales refuerza la alianza con Idaho y se cita con la diáspora, el gobernador y la alcaldesa de Boise

El Jaialdi regresa tras diez años de paréntesis por el coronavirus, y el lehendakari tendrá la oportunidad de retomar desde este miércoles la relación con una visita al Basque Block y la Euskal Etxea

El lehendakari, Imanol Pradales, es recibido en el aeropuerto de Boise (Estados Unidos) a su llegada para participar en el JaialdiIrekia

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Los vascos que cruzaron el océano Atlántico a mediados del siglo XIX para ganarse la vida como pastores en Estados Unidos, concretamente en el estado de Idaho, plantaron una semilla que años después daría forma a la comunidad vasca en el exterior más potente de Norteamérica, hasta el punto de que su capital, Boise, se conoce de manera informal como la capital de la diáspora en Estados Unidos. Allí se celebra desde finales de los años ochenta el festival cultural vasco con mayor proyección fuera de Euskadi, el Jaialdi de Boise, una cita que tiene lugar cada cinco años y que se retoma esta semana tras una década de parón por la incidencia del coronavirus. Allí se ha dirigido el lehendakari Pradales, quien tiene la oportunidad de retomar y reforzar esa relación con una agenda de encuentros que incluye a la diáspora, al gobernador de Idaho y a la alcaldesa de Boise. Pradales embarcó este martes a mediodía en el avión con destino a Estados Unidos, donde lo iban a recibir, ya por la noche, una comitiva del Jaialdi y el grupo de dantzas Oinkari con un aurresku de honor.

La agenda del viaje comienza este miércoles y terminará el sábado, con un balance del Gobierno. Este miércoles, el lehendakari estrenará su visita en contacto directo con la diáspora, quizás el principal objetivo de este desplazamiento tras un primer viaje a Estados Unidos en marzo con carácter más empresarial. Esta vez, Pradales arrancará su misión desde el Basque Block o barrio vasco de Boise, en el que se ubican la Euskal Etxea, el Euskal Museoa y la casa Jacobs Uberuaga, que sirvió de pensión para los pastores vascos de la época y que se ha reconvertido en museo. También formará parte de la visita el frontón Anduiza. El primer lehendakari en visitar el complejo del barrio vasco fue José Antonio Ardanza, y dejó como recuerdo de su paso por Boise la rama del árbol de Gernika que plantó en la localidad. 

El lehendakari Pradales, por su parte, acudirá acompañado por la vicelehendakari Ibone Bengoetxea; el secretario de Acción Exterior, Ander Caballero; la directora para la comunidad vasca, Ziortza Cano; y la delegada de Euskadi en Estados Unidos y Canadá, Conchi Aranguren. La visita tendrá lugar a las 10.00 de la mañana en el horario de Boise, o las 20.00 si se traduce al horario vasco. Por la tarde, Pradales asistirá a la universidad de Boise, donde pronunciará un discurso en la gala organizada para las instituciones vascas. El lehendakari lleva un tiempo deslizando en sus discursos la importancia que concede a la diáspora vasca, a los profesionales afincados en otros territorios, porque cree que pueden ser los ojos y los oídos de los vascos y pueden contribuir a la defensa de los intereses de Euskadi. El lehendakari ya defendió hace meses la idea de crear un “roster” que sea capaz de influir en el exterior.

Encuentros políticos

Este jueves, la agenda será más política, y Pradales se reunirá por separado con el gobernador de Idaho, el republicano Brad Little, y con la alcaldesa de Boise, la demócrata Lauren McLean. La cita con Little tendrá lugar en el capitolio de Idaho, y el lehendakari acudirá acompañado no solo por su vicelehendakari y los cargos de acción exterior, sino también por la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe. Esta incorporación no sorprende si se tiene en cuenta que hay un largo historial de misiones comerciales de ida y vuelta entre Idaho y Bizkaia, así como acuerdos bilaterales de cooperación, y Boise, además, está hermanada con Gernika. Tras el encuentro, que tendrá lugar a las 9.00 horas de Estados Unidos, el lehendakari comparecerá con el gobernador.

A continuación, Pradales pondrá rumbo hacia el ayuntamiento de Boise para reunirse con la alcaldesa McLean, con quien izará una ikurriña a modo de gesto simbólico. La agenda del día llegará a su final con el seminario Zortziak Bat en la universidad de Boise, donde el lehendakari tendrá también una intervención.

El viernes es el último día con agenda de encuentros, antes de que el viaje se cierre oficialmente el sábado con un resumen por parte del Gobierno vasco. El lehendakari se reunirá con la NABO, la federación de entidades vascas de norteamérica, y asistirá a una exhibición de Sokadantza y a una recepción del Gobierno vasco a la diáspora.

Segundo viaje a Estados Unidos

Este es el segundo viaje que realiza el lehendakari a Estados Unidos en un año de legislatura. El primero se produjo en marzo, en un contexto de incertidumbre mundial, mientras el presidente Trump deshojaba la margarita y amenazaba con pulsar el botón del caos arancelario. Ya entonces, por encima de ese clima de inestabilidad, el lehendakari puso en valor que era posible colaborar con agentes culturales y económicos concretos, como la fundación Guggenheim o IBM, para la instalación del ordenador cuántico en Donostia. Ahora, el viaje se produce en otro contexto. La Unión Europa ha alcanzado un acuerdo con Estados Unidos que no es el ideal para el Gobierno vasco y que preocupa sobre todo por su impacto en las exportaciones de acero, pero que al menos aporta un escenario definido y cierto, y permite que las partes sepan a qué atenerse. 

Cuando comenzó la legislatura, el Gobierno vasco ya puso sobre la mesa su intención de contar con una presencia directa en Washington DC, la capital estadounidense donde tiene su sede la Casa Blanca presidencial, y donde hasta ahora únicamente dispone de una oficina económica de Basque Trade and Investment. La única delegación política como tal del Gobierno vasco está en New York. Además de este segundo viaje a Estados Unidos, Pradales se ha desplazado también a Bruselas, dos movimientos que confirman las prioridades del Gobierno que preside en materia de acción exterior. 

La visita al Jaialdi, en cualquier caso, es una tradición para los lehendakaris, y no solo para los jeltzales, ya que también contó con la participación del socialista Patxi López en el año 2010. Este año, el Jaialdi recoge en su programa, entre otras actividades, exhibiciones de herri kirolak, actuaciones musicales como la de Gatibu, y también la venta de merchandise del evento, desde ropa de bebé hasta botellines y camisetas. Esta es la octava edición del festival, y se prolongará hasta el domingo día 3 de agosto, un escaparate de primer orden para la cultura vasca.

El desplazamiento del lehendakari se produce en un momento en que la política vasca se encuentra ya a medio gas, ya que el Parlamento Vasco no celebra plenos ordinarios ni de control, y el Consejo de Gobierno tuvo su última reunión semanal el pasado lunes. Retomará la actividad el día 28 de agosto en el tradicional Consejo de Gobierno en el Palacio Miramar de Donostia.

El presidente del EBB del PNV, también en el Jaialdi

Aitor Esteban también está de viaje en Boise para participar en el Jaialdi, donde su intención es estrechar lazos con la diáspora vasca y tomar el pulso a la política estadounidense. Se reunirá con la presidenta Partido Demócrata en Idaho, Lauren Necoechea (recibió su apellido por casarse con un peruano de ascendencia euskaldun), y también con Rafael Anchía, miembro de la Cámara de Representantes de Texas por el Partido Demócrata, cuyo aita nació en Markina. Esteban se reunirá también con organizaciones de la diáspora Argentina, de Estados Unidos y de Uruguay.